Sancor: la crisis económica amenaza su futuro

La icónica empresa láctea enfrenta despidos masivos y una producción paralizada mientras espera un rescate privado que no llega.

Un coloso en declive

Sancor, una de las cooperativas lácteas más emblemáticas de Argentina, atraviesa su peor crisis financiera y productiva. Con una deuda de más de 400 millones de dólares, la empresa decidió paralizar su producción y avanzar con cientos de despidos en plantas clave como Gálvez, Sunchales, La Carlota y Balnearia.

El nuevo directorio, liderado por el ingeniero Oscar Sapino, apuesta a un grupo inversor privado para evitar el colapso definitivo. Sin embargo, las negociaciones, aunque avanzadas, no han llegado a concretarse, lo que incrementa la incertidumbre en el sector.

Un proceso de reestructuración forzado

Los despidos masivos han sido justificados por «falta de materia prima y volumen de negocio», según fuentes cercanas a la cooperativa. En las plantas afectadas, la producción ha caído al mínimo histórico. Por ejemplo, Gálvez, encargada de procesar quesos, y La Carlota, especializada en quesos duros, funcionan a niveles mínimos.

El impacto social es devastador. La Asociación de Trabajadores de la Industria Lechera (ATILRA) analiza los pasos a seguir, pero aún no ha emitido un comunicado oficial. Mientras tanto, los telegramas enviados a los empleados citan el artículo 247 de la Ley de Contrato de Trabajo, que permite despidos por fuerza mayor con una indemnización reducida.

El lento declive de un gigante

Sancor supo ser un pilar de la industria láctea argentina, procesando más de 3 millones de litros de leche diarios en sus épocas de esplendor. Sin embargo, en la última década, la falta de planificación, los problemas financieros y una gestión ineficiente la llevaron a perder terreno frente a sus competidores.

De las 14 plantas industriales con las que contaba, actualmente solo cinco permanecen operativas, y todas trabajan con interrupciones frecuentes. El caso de la planta de Sunchales es paradigmático: estuvo 10 meses sin producir en 2024 y, aunque es el símbolo de la cooperativa, hoy enfrenta un clima laboral tenso y niveles mínimos de actividad.

El rol del Estado y el sector privado

A pesar de la magnitud del problema, el gobierno nacional ha mantenido un perfil bajo frente a la crisis de Sancor, dejando el rescate en manos del sector privado. Esta decisión contrasta con el rol histórico que el Estado ha tenido en sostener empresas estratégicas en momentos críticos.

La falta de un plan integral para la industria láctea no solo pone en riesgo a Sancor, sino también a las economías regionales y a miles de familias que dependen de esta actividad.

El caso de Sancor

Un espejo de las debilidades estructurales de la economía argentina: falta de previsión, dependencia del financiamiento externo y ausencia de políticas claras para sostener a empresas clave. Sin un rescate inmediato, el futuro de esta histórica cooperativa y su legado en la industria láctea nacional están en grave peligro.