Crisis universitaria: el presupuesto 2025 y el impacto en la educación pública

Un sistema al borde del colapso: el presupuesto para las universidades públicas genera alarma por la insuficiencia de fondos, salarios deteriorados y tensiones políticas que amenazan la educación superior en Argentina.

Diferencias presupuestarias y protestas masivas

El año 2024 estuvo marcado por protestas multitudinarias que lograron compromisos de no arancelar la educación superior, pero dejaron en evidencia la disparidad en la asignación de recursos. Mientras la Universidad de Buenos Aires (UBA) recibió un aumento del 270%, otras instituciones quedaron relegadas. Este desequilibrio presupuestario motivó dos grandes movilizaciones, en abril y octubre, con reclamos de mejoras salariales y un financiamiento justo.

Los desafíos salariales

El poder adquisitivo del sector universitario sufrió una caída del 40% en términos reales, generando un fuerte descontento. En respuesta, el gobierno anunció un aumento del 5,8%, calificado como insuficiente por los gremios. La Garantía Salarial Docente, congelada desde hace un año, sigue siendo otro punto crítico para el sector.

Tensiones políticas en el horizonte

El debate sobre el presupuesto también trasladó las tensiones al ámbito político. Un enfrentamiento televisivo entre el vicerrector de la UBA, Emiliano Yacobitti, y Alejandro Álvarez, subsecretario de Políticas Universitarias, evidenció las divisiones internas. De cara al próximo año, las universidades exigen un presupuesto de $7,2 billones, mientras que el proyecto oficial contempla solo $3,8 billones.

Estrategias para evitar el colapso

Ante este panorama, las universidades y sindicatos evalúan impulsar una ley de financiamiento universitario mediante una consulta popular. Además, el Frente Sindical de Universidades Nacionales coordina esfuerzos para mantener abiertas las instituciones y alcanzar una recomposición salarial.

Un año decisivo

El 2025 será crucial para definir el futuro de la educación superior en Argentina. Con la presión de estudiantes, gremios y rectoras, las universidades buscarán garantizar un sistema público y accesible frente a un contexto económico adverso y un presupuesto que sigue en el centro de la disputa.