Consumo en baja: supermercados y mayoristas retroceden en CABA
La crisis económica golpea los bolsillos: el consumo esencial en su peor momento mientras el mercado automotriz muestra un alivio aislado
El deterioro económico sigue profundizándose en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Según el Instituto de Estadística y Censos porteño (IDECBA), el consumo familiar en supermercados cayó un alarmante 8,2% interanual durante el tercer trimestre de 2024, mientras que los autoservicios mayoristas sufrieron una retracción histórica del 11,8%. Estas cifras revelan un panorama desolador para los hogares argentinos que, asfixiados por la inflación y la falta de ingresos reales, enfrentan dificultades incluso para adquirir bienes de primera necesidad.
Supermercados y mayoristas: una crisis que no encuentra fondo
El informe señala que las categorías de alimentos esenciales, como bebidas y productos de almacén, lideran el desplome en las ventas. En los supermercados, el ticket promedio por compra se situó en apenas $14.731, un nivel que, ajustado por inflación, no alcanza para cubrir las necesidades básicas de muchas familias.
En los mayoristas, la situación es aún más crítica. El gasto promedio por hogar cayó a $34.778, un nivel que, en términos reales, equivale a menos de la mitad de lo registrado en 2021. Mientras tanto, los salarios continúan perdiendo poder adquisitivo y los ajustes nominales apenas logran seguirle el ritmo a una inflación que no da tregua.
La precariedad en el consumo no esencial
Otros sectores también reflejan el colapso económico. El consumo general en comercios cayó un 10,6% interanual. Las familias priorizan cada vez más las compras de productos indispensables, dejando de lado bienes como ropa y electrodomésticos. Aunque la demanda de indumentaria deportiva mostró un leve repunte desde mayo, esto no compensa la caída generalizada en el resto del mercado.
En el caso de los electrodomésticos y artículos del hogar, la contracción interanual fue del 7,8%. A pesar de un repunte del 12,8% en comparación con el trimestre anterior, el sector sigue muy lejos de los niveles de consumo sostenido necesarios para impulsar una recuperación real.
Un contraste irónico: el alivio en el sector automotriz
En medio de este panorama sombrío, el mercado automotriz parece ser la excepción. Las ventas de automóviles nuevos crecieron un 9% interanual, alcanzando el mejor desempeño para un tercer trimestre en siete años. Sin embargo, este crecimiento no refleja una mejora generalizada: responde principalmente a las estrategias de las clases acomodadas que buscan resguardar su capital ante un peso cada vez más devaluado. Mientras tanto, la caída del 21,7% en la venta de motovehículos evidencia las dificultades de los sectores medios y bajos para acceder incluso a este tipo de bienes.
Una economía que margina a los más vulnerables y profundiza la incertidumbre
La situación económica en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires es insostenible para la mayoría de las familias, que lidian con la incertidumbre y el deterioro continuo de su calidad de vida. Mientras el Gobierno insiste en destacar algunos indicadores positivos, como el crecimiento en el mercado automotriz, la realidad diaria de los ciudadanos cuenta otra historia: la de una economía que deja atrás a quienes más necesitan respuestas. Si no se toman medidas urgentes para combatir la inflación y reactivar el poder adquisitivo, el 2025 promete ser aún más sombrío.