Impactantes revelaciones psicológicas complican el caso Kiczka
El exdiputado de Misiones enfrenta nuevas acusaciones tras la divulgación de un informe psicológico que revela graves perturbaciones en su perfil conductual.
El caso de Germán Kiczka, exdiputado provincial de Misiones detenido por posesión y distribución de material pornográfico infantil, ha adquirido una nueva dimensión. Un reciente informe psicológico judicial ha evidenciado un perfil perturbador que podría agravar su situación judicial y la de su hermano Sebastián, también implicado en el caso.
Un análisis psicológico inquietante
Las pericias psicológicas realizadas a Germán Kiczka revelan “rasgos psicopáticos y narcisistas” acompañados de una total falta de empatía y tendencias manipuladoras. Además, se identificó una inclinación hacia la pedofilia, según el informe judicial. Estas características, combinadas con las pruebas obtenidas de dispositivos electrónicos, consolidan las acusaciones en su contra.
Por otro lado, Sebastián Kiczka mostró un perfil psicológico diferente pero igualmente alarmante. Las evaluaciones indican una “personalidad neurótica” con rasgos depresivos, paranoides y esquizotípicos, además de un trastorno de preferencias sexuales no exclusivo. Ambos hermanos permanecen en prisión preventiva mientras se desarrolla la investigación.
El rol de YouTube en el caso
Uno de los aspectos más controvertidos es el canal de YouTube “La Magia del tío Germán”, administrado por el exdiputado. Este espacio, aparentemente inofensivo, estaba orientado a un público infantil con videos sobre trucos de magia y escenas con juguetes como osos de peluche. Según los investigadores, el canal habría sido utilizado como una herramienta para atraer la atención de menores y ganar su confianza, un dato que ha sido incorporado al expediente judicial.
El impacto social y judicial
El caso ha generado una fuerte conmoción en la sociedad, no solo por la gravedad de los delitos denunciados, sino también por la supuesta utilización de una posición de influencia para acceder a menores. La defensa de Germán Kiczka ha intentado enmarcar las acusaciones como una persecución política, aunque la evidencia parece ser cada vez más contundente.
La Justicia sigue analizando el contenido incautado y las estrategias empleadas por los acusados para captar a sus víctimas. Mientras tanto, crecen las voces que exigen medidas más estrictas para evitar que personas con perfiles psicológicos de este tipo ocupen posiciones de poder o contacto con menores.