Aumento de alquileres en el Gran Buenos Aires supera la inflación: suba anual del 186%
Mientras la inflación de 2024 alcanzó el 104,7%, los alquileres en el Gran Buenos Aires subieron más del 186%, con un fuerte impacto en los inquilinos de viviendas de dos y tres ambientes.
El mercado de alquileres en el Gran Buenos Aires atraviesa una crisis que impacta directamente en la economía de miles de hogares. Según datos del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) y un informe de Inquilinos Agrupados, los precios de los alquileres en la región experimentaron un aumento interanual del 186,2%, superando por mucho el 104,7% de inflación acumulada. La situación es especialmente crítica en departamentos de dos ambientes, seguidos por las unidades de tres ambientes, los cuales alcanzaron cifras récord en el último año.
Un promedio fuera de alcance para muchos
Los alquileres de departamentos sin amenities en el Gran Buenos Aires han alcanzado cifras alarmantes: en promedio, un departamento de tres ambientes cuesta $601.300 mensuales, mientras que uno de un dormitorio ronda los $435.500. Estos incrementos reflejan la falta de control en el mercado de alquileres y colocan a muchas familias en una situación económica precaria. En Capital Federal, la situación no es diferente: los precios de departamentos de dos ambientes subieron un 184,5% en el último año, mientras que los de tres ambientes lo hicieron en un 174,2%.
Cargas insostenibles y precariedad en los hogares inquilinos
El aumento de los alquileres no solo reduce la capacidad de ahorro de los inquilinos, sino que también limita sus posibilidades de acceso a servicios básicos. De acuerdo con una encuesta elaborada por organizaciones como ACIJ, CELS, y el Instituto de Geografía Romualdo Ardissone de la UBA, casi el 40% de los hogares inquilinos destina más de la mitad de sus ingresos al pago de alquiler, mientras que el 60% está atrasado en el pago de servicios esenciales. En términos generales, el costo de estos servicios se ha incrementado un 374% desde diciembre pasado, debido a actualizaciones en tarifas de transporte, electricidad, agua y gas, golpeando aún más a los sectores más vulnerables.
Hacinamiento y contratos precarios: efectos del mercado desregulado
La escasez de viviendas accesibles y adecuadas para los inquilinos de bajos ingresos ha generado un grave problema de hacinamiento. El informe revela que el 36% de los hogares que alquilan vive en condiciones de hacinamiento, una cifra que aumenta al 55% entre los hogares bajo la línea de pobreza. La mayor parte de las viviendas son de uno o dos ambientes, mientras que los hogares suelen contar con dos o tres integrantes, una realidad que obliga a muchas familias a vivir en espacios reducidos y con escasa privacidad.
En cuanto a los contratos de alquiler, la mayoría de los acuerdos firmados en 2024 establecieron plazos de dos años, aunque el 41% de los contratos realizados en años anteriores aún se rigen bajo plazos de tres años. La inestabilidad y las dificultades económicas llevaron a que el 33% de los hogares inquilinos considere que podría rescindir su contrato anticipadamente o que no podrá renovarlo, mientras que el 42% espera que el mercado de alquileres continúe empeorando.
Un futuro incierto para quienes alquilan
A medida que aumentan las dificultades para mantener o mejorar las condiciones de vivienda, el informe destaca un cambio en las expectativas de los inquilinos. La mayoría cree que en cinco años seguirá alquilando y, preocupantemente, un 24% ni siquiera sabe si tendrá un lugar donde vivir. La incertidumbre y el miedo a perder el acceso a una vivienda digna se han vuelto comunes entre quienes dependen del mercado de alquileres en el Gran Buenos Aires.
El aumento de los alquileres en el Gran Buenos Aires plantea una situación alarmante que afecta no solo el bienestar económico de los inquilinos, sino también su calidad de vida. La disparidad entre la inflación y el aumento de los precios de alquileres demanda una respuesta urgente de las autoridades para proteger a los sectores más vulnerables y garantizar el derecho a una vivienda digna en condiciones justas y accesibles.