¿Cuáles son las dos palabras clave para dejar de sobrepensar?

El autor Scott Mautz propone una técnica sencilla para frenar el exceso de análisis y aprovechar mejor las oportunidades.

El hábito de sobrepensar es una trampa en la que caen muchas personas. Esta tendencia, que surge de la necesidad de prever todos los escenarios posibles, puede llevar a la parálisis y a la pérdida de oportunidades. Ante este desafío, Scott Mautz, autor del libro El líder mentalmente fuerte, propone una estrategia efectiva para reducir el sobreanálisis: cambiar el enfoque de “¿Qué pasaría si…?” por “ya veremos”. Esta frase, según Mautz, ayuda a mantener la calma y facilita una mayor concentración en el presente.

Cómo la frase “ya veremos” ayuda a reducir la ansiedad

En su reciente entrevista con CNBC Make It, Mautz explicó que la frase “ya veremos” permite dejar de lado la incertidumbre y el miedo que suelen acompañar al sobreanálisis. En lugar de preocuparnos excesivamente por el “qué pasaría si…”, esta expresión nos orienta hacia una aceptación relajada del futuro, liberándonos de la necesidad de controlarlo todo. “Decir ‘ya veremos’ transmite un sentido de cierre, en contraste con el angustiante ‘¿qué pasaría si…?’”, señaló Mautz. Este cambio de mentalidad calma la ansiedad y facilita que la persona avance, incluso en situaciones de alto estrés.

Mautz recomienda usar esta técnica especialmente en momentos en que el estrés puede interferir en el desempeño, como antes de una presentación o una decisión importante. Con el “ya veremos”, se permite un enfoque más centrado y confiado, recordándose a sí mismo que ha hecho lo necesario para prepararse y está listo para enfrentar lo que venga.

Otras técnicas efectivas para combatir el sobreanálisis

Además de la frase de Mautz, existen otros métodos que han demostrado ser eficaces para reducir el sobrepensamiento. Según el portal de psicología Terapify, el mindfulness o atención plena es una práctica ideal para controlar el flujo de pensamientos. Al enfocarse en el aquí y ahora, el mindfulness disminuye las preocupaciones por el futuro, lo cual reduce el estrés y favorece un estado de tranquilidad mental.

El ejercicio físico es otra herramienta clave para combatir el exceso de análisis. Al practicar actividad física, el cuerpo libera endorfinas, las llamadas “hormonas de la felicidad”, que mejoran el bienestar emocional y ayudan a despejar la mente de pensamientos negativos. La terapia cognitivo-conductual (TCC) también ofrece herramientas útiles en este sentido. A través de la TCC, las personas pueden aprender a identificar y reestructurar pensamientos negativos, sustituyéndolos por otros más realistas y positivos.

 Pequeños cambios para una gran mejora mental

El hábito de sobreanalizar puede ser debilitante, afectando tanto el bienestar emocional como el desempeño en situaciones de presión. Cambiar el “¿qué pasaría si?” por “ya veremos” representa un cambio simple, pero poderoso, que ayuda a reducir la ansiedad y facilita el disfrute del momento presente. Además, combinar esta estrategia con otras prácticas como el mindfulness y la actividad física puede crear una rutina efectiva para mantener la mente despejada y concentrada en el presente. Frente a los retos de la vida cotidiana, aprender a controlar el sobreanálisis es un paso clave hacia una vida más equilibrada y menos estresante.