Hallan al niño desaparecido en Chaco: una historia de conflictos familiares

El pequeño fue encontrado en Wilde, Buenos Aires, junto a su madre tras dos meses de intensa búsqueda. La disputa entre sus padres estaba en el centro de este caso.

Juan Carlos Segovia, el niño de 5 años que había desaparecido en Chaco el pasado 14 de julio, fue hallado sano y salvo en la localidad de Wilde, en el Gran Buenos Aires. La noticia trajo alivio a su familia, aunque la compleja trama detrás del caso ha dejado muchas preguntas sin respuesta. La desaparición había ocurrido después de que el niño no regresara del jardín al que su madre, Soledad Úbeda, lo había llevado. Desde entonces, el padre del menor había iniciado una búsqueda desesperada que culminó con la intervención de varias organizaciones y fuerzas policiales.

Una búsqueda que unió esfuerzos

El hallazgo de Juan Carlos fue el resultado de un trabajo en conjunto entre la organización Missing Children, la Justicia de Chaco y la Delegación Departamental de Investigaciones (DDI) de Avellaneda. La colaboración entre estas entidades permitió localizar al niño en Wilde, donde se encontraba junto a su madre. Según informaron las autoridades, el menor se encontraba en buen estado de salud, aunque aún quedan por resolver los detalles sobre su desaparición y el papel de sus padres en el conflicto.

Un conflicto familiar que data de años

Este caso no es un incidente aislado. Desde hace varios años, los padres del menor han estado involucrados en una serie de disputas legales. Todo comenzó en 2021, cuando Úbeda decidió mudarse de Resistencia, Chaco, a Buenos Aires, dejando al niño bajo el cuidado de su madre. Ante esta situación, Juan Carlos Segovia, padre del menor, presentó una denuncia alegando que su hijo no estaba siendo bien atendido. La Justicia falló a su favor, otorgándole la custodia del niño.

El conflicto escaló cuando Úbeda regresó a Resistencia e interpuso una denuncia contra su expareja por «impedimento de contacto». En respuesta, el tribunal restableció el vínculo entre madre e hijo, otorgándole a ella el derecho de visitas tres veces por semana. Sin embargo, el 14 de julio, cuando debía devolver al niño tras una visita, no lo hizo, lo que desató la búsqueda que finalmente concluyó en Wilde.

¿Qué sigue para la familia?

Con el niño a salvo, el enfoque ahora está en determinar las próximas acciones judiciales en este complejo caso familiar. Las autoridades deberán esclarecer si hubo alguna intención maliciosa por parte de la madre o si, como algunos sugieren, se trata de un caso más profundo de conflicto entre los padres. Por lo pronto, lo más importante es que el pequeño Juan Carlos está de vuelta con su familia, sano y salvo.