El Banco Central cuadruplica el límite de extracción en cajeros automáticos

En respuesta a la creciente demanda de efectivo debido a la inflación, el Banco Central de la República Argentina (BCRA) elevó a $60.000 el límite máximo de extracción diaria en cajeros automáticos, una medida que impacta tanto a clientes como a no clientes de todas las redes.

En medio de un escenario económico marcado por la alta inflación, el Banco Central de la República Argentina (BCRA) ha tomado una decisión significativa para facilitar el acceso al efectivo. A partir de una nueva normativa, el monto máximo de extracción en cajeros automáticos se ha incrementado de $15.000 a $60.000, obligando a las entidades bancarias a adaptar sus sistemas para cumplir con esta medida.

La Comunicación «A» 8092, emitida por el BCRA, establece que todas las entidades financieras deben asegurar que los cajeros automáticos, tanto en redes privadas como públicas, permitan extracciones de hasta $60.000 por día en una única operación. Este cambio responde a la necesidad creciente de efectivo por parte de los usuarios, que han visto cómo la inflación ha erosionado su poder adquisitivo, incrementando la demanda de billetes de alta denominación.

El impacto de esta normativa se extiende a todos los usuarios, sin distinción entre clientes y no clientes, y abarca cualquier tipo de cuenta a la vista. Con esta disposición, el BCRA busca simplificar el acceso al efectivo, en un contexto donde el costo de vida sigue en aumento y donde el efectivo sigue siendo un medio de pago preferido por muchos consumidores.

Además del incremento en los límites de extracción, el BCRA ha puesto en circulación un nuevo billete de $10.000, y se espera que en las próximas semanas se sume el billete de $20.000, lo que contribuirá a mejorar la logística del efectivo en el país. En el caso de la red Banelco, el límite para no clientes se incrementó de $40.000 a $60.000, mientras que en la red Link, utilizada principalmente por los bancos privados, el salto fue de $15.000 a $60.000.

Esta medida del Banco Central se enmarca en un conjunto de políticas destinadas a mitigar los efectos de la inflación y facilitar el acceso al efectivo para los usuarios en todo el país. Con la implementación de estos cambios, tanto consumidores como comerciantes contarán con una mayor disponibilidad de billetes, ajustándose a las necesidades del actual contexto económico.