RCP: ¿por qué es importante aprender a practicarla?

En Argentina, 45 mil personas mueren anualmente por muerte súbita. Aprender RCP y usar desfibriladores puede hacer la diferencia entre la vida y la muerte. La prevención y la capacitación son claves.

La muerte súbita es un fenómeno que cobra una vida por minuto en Argentina, sumando un total de 45 mil muertes al año. Se trata de un evento inesperado y devastador que ocurre sin previo aviso, dejando a las víctimas sin oportunidad de recibir atención médica oportuna. Ante esta alarmante realidad, la capacitación en técnicas de reanimación cardiopulmonar (RCP) y el uso de desfibriladores automáticos externos (DEA) se han convertido en herramientas esenciales para salvar vidas.

Del 21 al 28 de agosto se celebra la Semana de la Concientización y Prevención de la Muerte Súbita, instaurada en 2015 mediante la Ley N° 27.159. Esta semana tiene como objetivo principal sensibilizar a la población sobre la importancia de estar preparados para enfrentar una emergencia cardíaca. El Dr. Mario Fitz Maurice, Director del Instituto Nacional de Arritmias (INADEA), destaca que «el principal determinante de la supervivencia en casos de muerte súbita es la realización temprana de RCP y el uso de un desfibrilador».

El tiempo es un factor crucial en estos casos. Según Fitz Maurice, cuando la RCP y la desfibrilación se aplican dentro de los primeros cinco minutos de un paro cardíaco, las posibilidades de supervivencia superan el 50%, con una buena recuperación neurológica. Sin embargo, cada minuto que pasa sin intervención, reduce estas posibilidades en un 7-10%, lo que subraya la urgencia de una respuesta inmediata.

La estadística es contundente: uno de cada cinco adultos fallece por problemas cardiovasculares, y la mitad de estas muertes ocurren de manera súbita, muchas veces fuera de un entorno hospitalario. Esto resalta la necesidad de que tanto individuos como instituciones públicas estén equipados con DEAs y que la población en general esté capacitada en técnicas de RCP.

La situación no es exclusiva de Argentina. En Occidente, se registran entre 450.000 y 500.000 muertes súbitas anualmente, lo que equivale a un evento por minuto. En Estados Unidos, estas cifras alcanzan los 360.000 casos por año, representando la mitad de todas las muertes cardiovasculares. La prevalencia de la muerte súbita aumenta significativamente a partir de los 35-40 años, y es entre dos y cuatro veces más frecuente en hombres que en mujeres.

La prevención de la muerte súbita pasa por identificar a las personas con problemas cardíacos y promover un estilo de vida saludable desde edades tempranas. Pero, sobre todo, pasa por la educación y la capacitación de la población en RCP y el uso de desfibriladores. En un escenario donde cada segundo cuenta, saber cómo actuar puede ser la diferencia entre la vida y la muerte. La habilidad de salvar vidas con las propias manos es, sin duda, una de las más valiosas que podemos adquirir en estos tiempos.