El origen de «Firulais»: ¿por qué tantos perros llevan este nombre?

El término "Firulais" se ha popularizado en América Latina para referirse a perros callejeros o sin raza definida. Pero, ¿cuál es su verdadero origen y por qué se ha mantenido en el tiempo?

En muchas partes de América Latina, el nombre «Firulais» se ha convertido en un término casi universal para referirse a perros sin raza específica o que viven en las calles. Sin embargo, pocos conocen la historia y el verdadero significado detrás de este nombre, que ha perdurado a lo largo de los años y se ha integrado profundamente en la cultura popular.

El origen del término «Firulais» está rodeado de leyendas y anécdotas, y aunque no hay una versión definitiva, existen dos historias que han sido las más aceptadas a lo largo del tiempo.

La primera teoría sugiere que la palabra deriva de la expresión en inglés «free of lice» (libre de pulgas), utilizada por las autoridades estadounidenses a mediados del siglo XX. Según esta versión, cuando los inmigrantes mexicanos cruzaban la frontera con sus mascotas, los agentes de control sanitario advertían que los perros debían estar «libres de pulgas» para ingresar al país. Con el tiempo, esta expresión se fue deformando en la pronunciación, derivando en «Fri yu lais» y finalmente en «Firulais», nombre que comenzó a utilizarse para referirse a los perros sin hogar o sin raza.

Otra versión del origen de «Firulais» tiene sus raíces en México, específicamente en el estado de Jalisco. Se dice que un hombre, tras quedarse en la ruina al fallecer sus padres, adoptó a un perro callejero al que llamó Firulais. Este hombre, que se dedicó a ser payaso para sobrevivir, se encariñó tanto con su perro que comenzó a llamar «Firulais» a todos los perros que veía en la calle. Al establecerse en México, la historia de este perro y su dueño se expandió, y con ella, el uso del nombre Firulais.

Independientemente de su origen exacto, lo cierto es que Firulais ha transcendido como un nombre icónico para los perros en América Latina. Este término no solo se usa para referirse a perros callejeros o mestizos, sino que también ha generado una cierta simpatía hacia estos animales, que muchas veces encuentran en este nombre un símbolo de cariño y adopción.

El nombre Firulais, ya sea por su origen en un juego de palabras en inglés o por la historia de un payaso y su perro en México, ha logrado consolidarse como un término que va más allá de su significado literal. En la actualidad, Firulais es sinónimo de esos perros que, aunque sin raza definida y muchas veces sin hogar, logran ganarse el corazón de las personas. Es un nombre que, lejos de ser despectivo, ha adquirido un valor afectivo que lo mantiene vivo en el lenguaje cotidiano de millones de personas.