El consumo de lácteos podría alcanzar su mínimo histórico en 2024
Una caída significativa en el consumo de lácteos en Argentina durante el primer semestre de 2024 podría llevar a que este año cierre con el peor registro en la historia.
El consumo de productos lácteos en Argentina ha experimentado una caída alarmante durante el primer semestre de 2024. De acuerdo con un informe del Instituto para el Desarrollo Agroindustrial Argentino (IDAA), el consumo per cápita anualizado ha descendido a niveles preocupantes, lo que sugiere que, de continuar esta tendencia, el año podría cerrar con el registro más bajo de la historia.
El informe detalla que el consumo de lácteos en el país retrocedió un 17,3% en toneladas y un 14,4% en litros en comparación con el mismo período del año anterior. Estas cifras se traducen en un consumo per cápita anualizado de 156,3 litros por habitante, una caída drástica frente a los 194 litros registrados al cierre de 2023.
El análisis histórico revela que el consumo de lácteos en Argentina ha pasado por altibajos significativos. En 1990, el consumo per cápita era de 162 litros, alcanzando un pico de 227 litros en el año 2000. Sin embargo, tras la crisis de 2001, el consumo cayó a 179 litros por habitante en 2003, recuperándose gradualmente hasta cerrar el año 2015 con 217 litros. No obstante, desde 2019, la tendencia ha sido mayoritariamente a la baja, con el último repunte en 2023 que alcanzó los 194 litros.
Dentro de la categoría de lácteos, la leche fluida ha sido particularmente afectada, con una caída interanual del 23% en junio y una baja acumulada del 16,2% en el semestre. Las leches fluidas no refrigeradas y refrigeradas disminuyeron un 18,5% y un 12,2% respectivamente. Las leches en polvo, tanto entera como semidescremada, sufrieron descensos aún más pronunciados, con un desplome del 33% interanual en junio y una caída acumulada del 30% en el semestre.
Los quesos, que representan el 60% del consumo de lácteos en el país, tampoco escaparon a esta tendencia negativa, con una merma del 18% en junio y un acumulado de 11% en los primeros seis meses del año. Otros productos lácteos como postres y flanes (-53,4%), yogur y leches fermentadas (-21,2%), manteca (-16%), crema (-12%) y dulce de leche (-13,7%) también registraron caídas en su consumo.
A pesar de la caída en la producción de leche, que registra su nivel más bajo en 17 años, las exportaciones de productos lácteos han aumentado en volumen, aunque no en divisas, lo que refleja una paradoja en el sector. Si las tendencias actuales continúan, 2024 podría cerrar con el consumo de lácteos más bajo en la historia del país, lo que plantea serios desafíos para la industria y para la seguridad alimentaria de los argentinos.