Desplome en la venta de combustibles: el país registra su séptimo mes consecutivo de caída
Las ventas de combustibles en las estaciones de servicio de Argentina cayeron un 12,5% en junio respecto al mismo mes del año anterior, con fuertes impactos en las provincias limítrofes
En medio de una severa recesión económica, las ventas de combustibles en Argentina han registrado su séptima caída mensual consecutiva. En junio, las ventas de naftas y gasoil cayeron un 12,5% en comparación con el mismo mes del año anterior y un 3,5% respecto a mayo, según un informe de Surtidores basado en datos de la Secretaría de Energía de la Nación.
El informe detalla que en junio se vendieron 1.313.239 metros cúbicos de naftas y gasoil, en contraste con los 1.493.090 metros cúbicos vendidos en el mismo mes de 2023. La caída en las ventas se ha sentido en todo el país, pero ha tenido un impacto particularmente fuerte en las provincias limítrofes como Formosa (-34,1%), Misiones (-26,9%), Corrientes (-23%) y Entre Ríos (-16,6%).
Las razones detrás de esta disminución son múltiples. Por un lado, la liberación de precios y el aumento acumulado del 55% en los combustibles durante el primer semestre de 2024 han desincentivado el consumo. Por otro lado, la recesión económica general ha reducido el movimiento de bienes y mercaderías, afectando directamente la demanda de combustibles.
La crisis en las estaciones de servicio no solo afecta a las ventas de combustibles, sino que también impacta en la economía local y en el empleo. Los datos oficiales de la Secretaría de Energía de la Nación muestran que todas las provincias y compañías despachantes han experimentado una disminución en las ventas.
Sin embargo, el sector agropecuario ha evitado que la caída sea aún más pronunciada. La demanda de gasoil para la cosecha ha mitigado en parte los efectos de la crisis, aunque no ha sido suficiente para revertir la tendencia negativa.
La persistente caída en las ventas de combustibles refleja la profundidad de la recesión económica en Argentina. La necesidad de medidas económicas que impulsen el consumo y estabilicen los precios es más urgente que nunca. Las estaciones de servicio y los sectores dependientes del combustible esperan que las políticas gubernamentales puedan ofrecer alivio y fomentar una recuperación sostenible.