Desplome de ventas en supermercados, mayoristas y shoppings

La recesión económica afecta duramente al consumo, provocando caídas significativas en las ventas de supermercados, mayoristas y shoppings durante abril.

El consumo en Argentina muestra signos alarmantes de deterioro. Según datos del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC), las ventas en supermercados, autoservicios mayoristas y shoppings registraron caídas sustanciales en abril, evidenciando el impacto de la recesión sobre el poder adquisitivo de los argentinos. Esta situación refleja la profundidad de la crisis económica que atraviesa el país.

Los informes del INDEC presentados recientemente destacan un panorama desalentador para el consumo en el país. En abril, las ventas totales a precios constantes en supermercados cayeron un 17,6% en comparación con el mismo mes del año anterior. El acumulado del primer cuatrimestre mostró una disminución del 13% respecto al mismo periodo de 2023. En relación con marzo, las ventas también sufrieron una caída del 3,3%, lo cual indica que la recesión aún no ha tocado fondo.

Entre los grupos de artículos que experimentaron los aumentos más significativos en precios se encuentran “Artículos de limpieza y perfumería” con un 291,1%, “Lácteos” con un 282,4%, “Panadería” con un 276,5%, y “Almacén” con un 259%. Estos incrementos reflejan la creciente presión inflacionaria sobre los productos básicos.

En cuanto a las modalidades de pago, las ventas a precios corrientes realizadas en efectivo alcanzaron los 233.013.334 mil pesos, representando el 17,5% del total y mostrando un aumento del 128,1% respecto a abril de 2023. Las ventas con tarjeta de débito sumaron 410.326.114 mil pesos, constituyendo el 30,7% del total y registrando una variación positiva del 238,8% en comparación con el mismo mes del año anterior. Por su parte, las ventas con tarjeta de crédito totalizaron 582.602.258 mil pesos, representando el 43,6% del total y mostrando un incremento del 304%.

La situación en los autoservicios mayoristas no es diferente. Las ventas descendieron un 21,2% respecto a abril de 2023 y presentaron una baja del 2,4% respecto a marzo. El acumulado del año mostró una disminución del 11,9% en comparación con el mismo periodo del año anterior. Los artículos con mayores aumentos de precios fueron “Panadería” con un 293,8%, “Verdulería y frutería” con un 279,8%, “Otros” con un 267,2%, y “Artículos de limpieza y perfumería” con un 261%.

En términos de ventas a precios corrientes, las realizadas en efectivo alcanzaron los 66.394.901 mil pesos, representando el 28,4% del total y un aumento del 176,3% respecto a abril de 2023. Las ventas con tarjeta de débito sumaron 55.198.685 mil pesos, constituyendo el 23,6% del total y registrando una variación positiva del 256,5% en comparación con el mismo mes del año anterior. Las ventas con tarjeta de crédito totalizaron 65.465.950 mil pesos, representando el 28% del total y mostrando un incremento del 321,6%.

Los shoppings, por su parte, experimentaron una reducción del 23,8% en las ventas respecto al mismo mes del año anterior. Los rubros con mayor incremento de precios en este canal de ventas fueron “Perfumería y farmacia” con un 226,1%, “Ropa y accesorios deportivos” con un 203,1%, “Patio de comidas, alimentos y kioscos” con un 188,3%, y “Otros” con un 178%.

Estos datos reflejan la dura realidad que enfrentan los consumidores argentinos. La combinación de recesión económica y alta inflación está afectando gravemente el poder adquisitivo de los hogares, lo que se traduce en una reducción del consumo en todos los canales de ventas. La caída en las ventas es un indicador claro de que la economía argentina atraviesa uno de sus peores momentos.

Las proyecciones a corto plazo no son alentadoras. La persistente inflación, que ha llevado a incrementos significativos en los precios de productos esenciales, sumada a la recesión, sugiere que la recuperación del consumo podría tardar en llegar. Los esfuerzos del gobierno para controlar la inflación y reactivar la economía son cruciales, pero hasta ahora no han mostrado resultados tangibles.

La caída del consumo tiene repercusiones directas en la economía en general. Los comercios, enfrentando menores ingresos, pueden verse obligados a reducir su personal o cerrar sus puertas, lo que a su vez incrementa el desempleo y agrava aún más la situación económica de las familias argentinas.

La crisis de consumo en Argentina, evidenciada por la caída en las ventas de supermercados, mayoristas y shoppings, refleja la severa recesión y la persistente inflación que afectan al país. Con aumentos significativos en los precios de productos esenciales y una disminución generalizada en las ventas, la recuperación parece lejana. Las autoridades y la sociedad enfrentan el desafío de encontrar soluciones efectivas para revertir esta tendencia y mejorar el bienestar de los hogares argentinos.