La postergación de la maternidad: impacto en la fertilidad y la salud femenina
La tendencia de postergar la maternidad y los cuidados de salud entre las mujeres en edad fértil está generando preocupaciones en la comunidad médica. La falta de consultas médicas y actividad física regular podría afectar la capacidad reproductiva y la salud general.
En la actualidad, más mujeres optan por postergar la maternidad, motivadas por razones profesionales, económicas o personales. Sin embargo, esta decisión tiene implicaciones significativas en la salud reproductiva y general. Un estudio reciente revela que el 25% de las mujeres en edad fértil no asiste a consultas médicas anuales, y la mayoría no realiza actividad física regularmente, lo cual puede tener consecuencias adversas.
Un cambio de paradigma
El promedio de edad para tener el primer hijo ha aumentado. Informes de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA) indican que las mujeres tienen su primer hijo a los 29.5 años en promedio, y aproximadamente el 40% concibe después de los 35 años. Esta tendencia refleja cambios socioculturales y económicos que afectan tanto a países desarrollados como en desarrollo.
«Estas estadísticas respaldan la importancia de abordar la postergación de la maternidad desde una perspectiva integral, que incluya la promoción de la salud femenina y la educación sobre fertilidad», afirma Gastón Rey Valzacchi, director médico del Grupo Procrearte.
Enfermedades y trastornos que inciden
La fertilidad femenina puede ser afectada por diversas enfermedades y trastornos. Por ejemplo, el síndrome del ovario poliquístico (PCOS) y la falla ovárica prematura (POI) involucran desequilibrios hormonales que dificultan la concepción. Trastornos autoinmunes como el lupus y la artritis reumatoide también pueden interferir con la fertilidad al causar respuestas inmunitarias adversas.
Las infecciones crónicas y los trastornos endocrinos son otros factores importantes. Infecciones como la clamidia pueden dañar el sistema reproductivo y trastornos como la hiperprolactinemia o la enfermedad tiroidea pueden afectar la ovulación y la fertilidad.
La importancia de la nutrición
Fedra Defendente, nutricionista líder del Área de Nutrición de Procrearte, destaca la relación entre la alimentación y la fertilidad. «Preparar el organismo con los nutrientes necesarios para un embarazo exitoso es crucial», señala. Una alimentación desequilibrada puede afectar la calidad de los óvulos y espermatozoides, reduciendo las probabilidades de concepción y aumentando los riesgos durante el embarazo.
El enfoque Psico Neuro Inmuno Endocrinología (PNIE) utilizado en Procrearte aborda al paciente desde una perspectiva integrativa, centrada en la alimentación antiinflamatoria y el equilibrio hormonal. Este enfoque fomenta un estilo de vida saludable, crucial para la fertilidad.
Estilo de vida saludable
Adoptar un estilo de vida saludable es fundamental para reducir los riesgos asociados con la postergación de la maternidad. «La actividad física regular, mantener un peso saludable y una alimentación equilibrada son esenciales», explica Defendente. La obesidad y el sobrepeso, así como el bajo peso, pueden afectar la fertilidad y la calidad de vida.
El control del peso corporal es una pauta de prevención crucial. La obesidad, considerada una epidemia mundial, está asociada con comorbilidades como la resistencia a la insulina y la diabetes tipo 2, que afectan la fertilidad.
Impacto del peso y la composición corporal
El sobrepeso y la obesidad están relacionados con alteraciones hormonales que afectan la fertilidad. «El exceso de tejido adiposo aumenta la leptina, alterando el eje hipotalámico-hipofisario y causando desequilibrios hormonales», explica Defendente. Estos desequilibrios afectan la ovulación en las mujeres y la calidad de los espermatozoides en los hombres.
Alimentación y microbiota
La calidad de la alimentación influye en la fertilidad. «Los nutrientes determinan la calidad de las membranas celulares y el equilibrio hormonal», afirma Defendente. Una alimentación saludable mejora la microbiota intestinal, crucial para el sistema inmune y el estado de ánimo.
La disbiosis endometrial y la endometritis, desequilibrios en la microbiota y la inflamación del endometrio, pueden causar fallos de implantación recurrentes. Tratar la disbiosis y seguir una alimentación antiinflamatoria puede mejorar las posibilidades de concepción.
Recomendaciones nutricionales
Defendente recomienda el consumo de alimentos antiinflamatorios como el Omega 3 y la suplementación con probióticos para mejorar la microbiota intestinal. «Disminuir el consumo de harinas refinadas, azúcares y grasas oxidadas es esencial», añade.
Salud reproductiva y bienestar general
La salud reproductiva está intrínsecamente ligada al bienestar general. Condiciones como la endometriosis, los fibromas uterinos y los problemas estructurales del sistema reproductivo pueden afectar la capacidad de concebir y llevar a término un embarazo. Abordar tanto las condiciones específicas del sistema reproductivo como la salud general es fundamental para optimizar las posibilidades de concepción y mantener un embarazo saludable.