En una medida que ha generado una oleada de críticas y preocupación en toda la población, el gobierno argentino ha iniciado la transición hacia un esquema tarifario que aumentará significativamente las tarifas de luz y gas. Este proceso, que se extenderá durante seis meses, busca reflejar los costos reales de la energía, promover un uso más eficiente de los recursos y asegurar que los hogares más vulnerables puedan mantener el acceso a la energía básica. Sin embargo, muchos temen que estos cambios provocan un impacto devastador en el bolsillo de los ciudadanos.
«Los regímenes de subsidios generalizados no distinguen entre usuarios residenciales y comerciales, y benefician a quienes no necesitan tal apoyo en perjuicio de los más vulnerables, además de fomentar un consumo ineficiente y de dilapidar los recursos naturales y económicos del Estado Nacional, con emisión monetaria», señala el decreto.
Este argumento, sin embargo, no ha convencido a todos. La eliminación de subsidios y el aumento de tarifas se perciben como un golpe duro para las clases medias y bajas, que ya están lidiando con una economía en crisis y altos niveles de inflación.
Un nuevo esquema tarifario
El gobierno ha delineado un plan detallado para esta transición, destacando varios puntos clave que las autoridades de Energía deberán gestionar:
- Topes de consumo subsidiado: Se establecerán límites a los volúmenes de consumo subsidiado en todas las categorías y segmentos residenciales, tanto para electricidad como para gas.
- Descuentos en el componente energía: Se aplicarán descuentos sobre el componente Energía a los usuarios de las categorías Nivel 2 y Nivel 3 del Registro de Acceso a los Subsidios a la Energía (RASE).
- Cobro del exceso de consumo: Las cantidades consumidas en exceso a los volúmenes máximos subsidiables serán abonadas a los precios mayoristas de gas natural y energía eléctrica, conforme a los cuadros tarifarios aprobados por las autoridades competentes.
- Revisión periódica: Los volúmenes de consumo máximo a subsidiar y los montos o porcentajes de los descuentos serán revisados periódicamente, considerando la adopción progresiva de hábitos de consumo eficiente por parte de los usuarios.
- Modificación de categorías de usuarios: Se revisarán y modificarán las categorías de usuarios residenciales del RASE, incluyendo la posibilidad de unificación para establecer una única categoría que requiera asistencia para el acceso indispensable a la energía.
- Calibración de variables: Se calibrarán las diferentes variables necesarias para implementar el régimen de subsidios focalizados de la Canasta Básica Energética (CBE), realizando pruebas y verificaciones según los resultados observados.
- Reempadronamiento: Se invitará a los usuarios residenciales a reempadronarse en el RASE y se realizarán cruces de información con otras bases de datos nacionales o provinciales para actualizar el padrón de beneficiarios y minimizar errores.
- Mecanismos de compensación: Se determinarán los mecanismos para compensar los menores ingresos de las licenciatarias o concesionarias de servicios de distribución debido a las bonificaciones aplicadas durante el período de transición.