Pérdidas de 3.200 millones de dólares y cortes de luz programados: la ausencia del Estado y la ola polar exponen a Milei

La gestión energética de Javier Milei enfrenta críticas y desafíos graves. La combinación de la ola polar y la falta de previsión estatal amenaza con cortes rotativos y pérdidas económicas significativas.

Tarifas cada vez más caras, un ahorro fiscal que no llega y posibles cortes programados debido a la incapacidad de abastecer la demanda en el pico de consumo invernal. La gestión energética del gobierno de Javier Milei podría desencadenar una crisis en los hogares argentinos. Con una administración sin precedentes en el área energética, las decisiones de la Secretaría de Energía podrían llevar a una situación caótica en pocas semanas, acompañada de una pérdida anual estimada en 3.200 millones de dólares por la falta de obras esenciales.

El Gobierno de Javier Milei ha implementado una reducción gradual de los subsidios energéticos para la luz y el gas, trasladando a los usuarios el «costo real de la energía». Según el decreto firmado por Milei y el ministro de Economía, Luis Caputo, esta transición se extenderá del 1 de junio al 30 de noviembre de 2024, con posibilidad de prorrogarse una vez más. Durante este periodo, la Secretaría de Energía podrá establecer límites a los volúmenes de consumo subsidiados y aplicar descuentos sobre el componente de Energía en las tarifas. Además, podrán modificar la categorización de los usuarios residenciales, según el RASE.

Sin embargo, esta política enfrenta críticas severas por parte de sectores políticos y técnicos. La escasez de gas en estaciones de servicio ha llevado al Ente Nacional Regulador del Gas (Enargas) a solicitar a las principales distribuidoras del país que identifiquen los contratos de gas susceptibles de cortes debido al aumento de la demanda.

Para el 10 de junio, se espera una nueva ola polar que agravará la situación energética. «Con el default por falta de pago, las empresas no realizaron el mantenimiento preventivo en marzo, lo que ha deteriorado aún más el servicio desde el verano», advirtió un técnico energético del Frente Renovador (FR). Este escenario podría resultar en cortes rotativos en zonas residenciales y un incremento continuo de las tarifas sin reducir el costo fiscal.

«La ola polar expondrá el tarifazo», señaló una fuente del FR. «Estamos en un caos energético desde hace tiempo y este gobierno no presenta una hoja de ruta clara, sino que toma medidas insólitas». El fracaso de la «canasta básica energética», discutida en audiencias públicas, y la megadevaluación de diciembre, que aseguró una rentabilidad extraordinaria para las empresas a expensas de los usuarios, han profundizado la crisis.

Un informe del Instituto Interdisciplinario de Economía y Política (IIEP) de la UBA-Conicet destaca que en mayo, los usuarios residenciales sólo cubrieron con sus facturas el 17% del costo del gas natural y el 14% de la energía eléctrica, dejando el 73% y el 76%, respectivamente, a ser cubiertos por subsidios. La devaluación inicial del gobierno de Milei llevó a una reducción significativa de la porción de los costos de energía cubiertos por los usuarios, ya que las tarifas están dolarizadas.

El segundo incremento previsto en mayo para luz y gas, crucial para ajustar los precios a los valores de invierno, no se implementó, deteniéndose para frenar la inflación. Esto ha exacerbado la situación financiera del sector energético.

La falta de acción estatal y las obras sin terminar, como el Gasoducto Néstor Kirchner, han agravado la crisis. Actualmente, este gasoducto opera a mitad de capacidad, y la falta de inversión adicional necesaria para completar las plantas compresoras podría haber evitado costosas importaciones. Con una inversión de 35 millones de dólares se podrían haber completado las obras, ahorrando al país 1.600 millones de dólares este año. En su lugar, las importaciones resultarán en pérdidas de 3.200 millones de dólares.

La gestión de Milei enfrenta críticas por su falta de previsión y su manejo del sector energético, que podría resultar en una crisis aún más profunda en los meses venideros. La promesa de un ahorro fiscal se desmorona ante una realidad de tarifas elevadas y un sistema energético colapsado, exponiendo a millones de argentinos a posibles cortes de luz y gas en pleno invierno. Con información propia y del Destape