Lesbicidio en Barracas: Una masacre que desnuda la vulnerabilidad de las minorías

El reciente lesbicidio en un hotel familiar de Barracas ha sacudido a la comunidad LGBTQ+ en Argentina, generando un profundo temor entre sus integrantes. Eli Trimarchi, referente del movimiento lesbianxs autoconvocadxs, advierte que, si bien siempre estuvieron en peligro, ahora el miedo se ha intensificado.

En una entrevista con Noticias Argentinas, Trimarchi señaló que las políticas de género del Estado no amparan a las minorías y, por el contrario, «revalidan la violencia verbal y física», aumentando así el peligro que enfrentan en sus propios hogares. Enfatizó que la falta de políticas gubernamentales eficaces deja a la comunidad LGBTQ+ aún más desamparada y expuesta a la discriminación y la violencia.

Además, la activista arremetió contra el Gobierno de Javier Milei, acusándolo de no tomar medidas efectivas para proteger los derechos de las minorías y de promover discursos de odio que perpetúan la violencia en las calles. Según Trimarchi, el lesbicidio en Barracas es un claro ejemplo de un crimen de odio, impulsado por la homofobia y respaldado por la impunidad de los agresores.

La situación se agrava al conocerse que el femicida Justo Fernando Barrientos había amenazado de muerte a las víctimas en reiteradas ocasiones, lo que evidencia un patrón de violencia previo al trágico incidente. Los vecinos del hotel familiar también informaron sobre la presencia de un varón gay que tuvo que mudarse debido a la violencia del agresor.

Ante la falta de medidas concretas por parte del Gobierno, Trimarchi critica la postura del vocero presidencial, Manuel Adorni, quien negó la existencia del término «lesbicidio». Para la activista, este tipo de respuestas reflejan la falta de compromiso del Estado para abordar la violencia de género y proteger a las minorías.

El caso del lesbicidio en Barracas no solo expone la vulnerabilidad de la comunidad LGBTQ+ en Argentina, sino que también pone en evidencia la necesidad urgente de políticas inclusivas y efectivas para proteger sus derechos. Eli Trimarchi y otros activistas continúan exigiendo justicia y medidas concretas para prevenir futuros actos de violencia basados en la orientación sexual o identidad de género. En un país donde la discriminación y la homofobia siguen siendo moneda corriente, es fundamental que el Estado asuma su responsabilidad y garantice la seguridad y el bienestar de todas las personas, independientemente de su orientación sexual o identidad de género.