Denuncian que el Gobierno desarmó el programa que redujo el embarazo adolescente a la mitad
Alertas sobre el posible desmantelamiento del Plan Nacional de Prevención del Embarazo No Intencional en la Adolescencia (ENIA) generan preocupación, tras su efectividad en reducir a la mitad el embarazo adolescente en Argentina.
Desde principios de este mes, crece la preocupación por el destino del Plan Nacional de Prevención del Embarazo No Intencional en la Adolescencia (ENIA), un programa que ha sido considerado un modelo en América Latina por su efectividad en la difusión de información sobre salud sexual y reproductiva. Este plan, implementado en 2018 durante la gestión de Mauricio Macri, ha logrado reducir la tasa de embarazo adolescente en casi un 50% en solo tres años.
Advertencias ignoradas y un futuro incierto
Aunque inicialmente se implementó en las 12 provincias con mayor incidencia del problema, con la garantía de acceso a métodos anticonceptivos y educación sexual integral, entre otras acciones, recientes señales de desfinanciamiento han sembrado incertidumbre sobre su continuidad.
A pesar de los logros evidentes del Programa ENIA, la falta de comunicación oficial sobre su futuro ha generado inquietud entre los profesionales que han trabajado en su implementación. A principios de este año, funcionarios de Salud afirmaban que el plan continuaría, pero los contratos de los profesionales no se renovaron, y tampoco se ha proporcionado información sobre el destino del programa.
Mientras tanto, el aumento significativo en el financiamiento del Programa Nacional de Primera Infancia ha generado controversia debido a su enfoque en el seguimiento de mujeres embarazadas «vulnerables» y su «hijo por nacer». Esta situación plantea interrogantes sobre las prioridades del gobierno en materia de salud sexual y reproductiva.
La ex directora nacional de Salud Sexual y Reproductiva, Valeria Isla, ha advertido sobre las consecuencias del desfinanciamiento del ENIA, señalando que esto podría generar una brecha de desigualdad entre provincias y revertir los avances logrados en la prevención del embarazo adolescente.
La reducción del embarazo adolescente no solo tiene beneficios individuales, como la finalización de la educación secundaria y mayores oportunidades laborales para las jóvenes madres, sino que también contribuye al desarrollo social y económico del país. El desmantelamiento del Programa ENIA pone en riesgo estos logros y deja en evidencia la importancia de políticas públicas efectivas en materia de salud sexual y reproductiva. La sociedad civil y las autoridades deben trabajar juntas para garantizar que los derechos y la salud de los adolescentes no se vean comprometidos.