Jubilados enfrentan una pérdida del 47% en su poder adquisitivo en febrero

Los haberes jubilatorios se estancan mientras los precios se disparan, resultando en una alarmante disminución del poder de compra para los pensionados. Expertos advierten sobre las consecuencias de una brecha cada vez más amplia.

La situación económica de los jubilados en Argentina ha alcanzado niveles preocupantes, con un poder de compra que se desplomó en un 47% interanual durante el mes de febrero, según datos del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC). Mientras tanto, los haberes jubilatorios se mantuvieron estancados, sin experimentar aumentos que pudieran compensar el vertiginoso aumento de los precios.

En un escenario marcado por una inflación descontrolada, los jubilados y pensionados argentinos enfrentan un panorama desafiante. Según el INDEC, los precios al consumidor aumentaron un 13,2% en febrero, lo que representa un incremento significativo respecto al mismo período del año anterior. La variación interanual alcanzó un asombroso 276,2%, evidenciando una escalada preocupante en el costo de vida.

Mientras tanto, los haberes jubilatorios se mantuvieron estáticos durante ese mes, sin experimentar ningún incremento que pudiera hacer frente al creciente costo de los productos y servicios. En comparación con febrero de 2023, los haberes fueron nominalmente más altos, pero su valor real disminuyó considerablemente debido al aumento desmedido de los precios. Esta discrepancia entre ingresos y gastos ha resultado en una reducción del poder de compra de entre un 29% y un 47% para los jubilados y pensionados de la Administración Nacional de la Seguridad Social (ANSES).

La situación se agrava aún más al considerar el panorama a lo largo de los años. Entre 2020 y 2023, el valor real de las prestaciones se redujo entre un 32,4% y un 44,6%, evidenciando una tendencia preocupante de pérdida constante en el poder adquisitivo de los jubilados argentinos.

A pesar de la recomposición de haberes del 27,18% llevada a cabo en marzo, como resultado de la aplicación del índice de movilidad establecido por la ley 27.609, y los aumentos otorgados a través de bonos, la inflación continúa su ascenso imparable. Economistas estiman que los ingresos de los jubilados habrían perdido entre un 28% y un 45% de su poder adquisitivo en comparación con el mismo mes del año anterior.

Esta situación crítica coincide con el cambio en la modalidad de ajustes dispuesto por el Gobierno a través del Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) 274. A pesar de los esfuerzos por mitigar el impacto económico en los sectores más vulnerables, aquellos jubilados con haberes cercanos al mínimo multiplicado por dos son los más afectados. Este grupo, que recibió bonos entre septiembre de 2022 y agosto de 2023, se encontró luego excluido de esas compensaciones, profundizando aún más su deteriorada situación financiera.

Aunque los refuerzos en los ingresos mínimos han logrado suavizar en parte la caída del poder adquisitivo, la realidad es que los jubilados argentinos continúan enfrentando una situación precaria, con pérdidas económicas significativas que impactan negativamente en su calidad de vida y bienestar.

El alarmante descenso del 47% en el poder de compra de los jubilados argentinos en febrero refleja una realidad económica preocupante. Mientras los precios siguen en aumento, los haberes jubilatorios no logran mantener el ritmo, dejando a miles de pensionados en una situación de vulnerabilidad creciente. Ante este escenario, es urgente que las autoridades tomen medidas efectivas para proteger los ingresos de los jubilados y garantizar su bienestar económico a largo plazo.