El Gobierno Nacional prepara aumentos de gas de hasta 600%

El Gobierno está en vías de implementar un drástico aumento en las tarifas de gas para los meses de abril y mayo, como parte de su estrategia para reducir el déficit fiscal. Esta medida, que multiplicaría por seis el costo actual, se enmarca en la decisión de quitar los subsidios que han mantenido artificialmente bajos los precios del servicio.

La Secretaría de Energía tiene previsto firmar una resolución que implicará la «dolarización del servicio», lo que significa que las tarifas estarán vinculadas al valor del dólar. Esta medida se traduciría en aumentos significativos, con una primera tanda prevista para abril y otra en mayo, con incrementos que podrían llegar hasta el 600%.

Estos aumentos no serían uniformes, sino que variarían según la zona y la segmentación de usuarios. El Gobierno originalmente tenía planeado implementarlos en marzo, pero se decidió posponerlos tras un pedido del ministro de Economía, Luis Caputo, con el objetivo de evitar un impacto inflacionario brusco durante ese período.

Un dato preocupante es el alto costo que ya representa para las familias el servicio de gas en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA). Según un informe del Instituto Interdisciplinario de Economía Política (IIEP), un hogar promedio de esta zona necesita más de $75.000 por mes para cubrir la canasta de servicios públicos, incluyendo energía eléctrica, gas natural, agua potable y transporte. Este monto representa un aumento del 156% desde diciembre pasado.

El informe detalla que, en promedio, una familia del AMBA gasta $40.906 mensuales en transporte, $25.227 en energía eléctrica, $6.677 en agua y $2.619 en gas. El aumento en el costo de vida se ha disparado en los últimos meses, especialmente en transporte, que ha aumentado un 410% en tres meses, seguido por la energía eléctrica con un 99% y el gas natural con un 24%.

En resumen, los aumentos en las tarifas de gas que se avecinan representan un nuevo desafío para los argentinos, que ya enfrentan una fuerte presión económica debido al aumento generalizado de los precios. La quita de subsidios y la «dolarización del servicio» son medidas que apuntan a equilibrar las cuentas públicas, pero que impactarán directamente en el bolsillo de los ciudadanos, especialmente en momentos de alta demanda como los meses de invierno.