Un duro fallo contra un cirujano por abuso sexual: siete años de cárcel y expulsión del país

El Tribunal Oral en lo Criminal Nº1 de Quilmes condenó al médico ecuatoriano Jonathan Paul Aguilar Mora por "abuso sexual con acceso carnal" a una joven paciente. Los familiares, conformes con la sentencia.

En un impactante veredicto, el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) Nº 1 de Quilmes dictaminó la condena de siete años de prisión para el médico cirujano ecuatoriano Jonathan Paul Aguilar Mora. El profesional de la salud fue hallado culpable del delito de «abuso sexual con acceso carnal» cometido contra una joven de 22 años, quien había acudido al Hospital Evita Pueblo de Berazategui para una consulta por dolor abdominal.

El fallo, emitido este miércoles, determina que Aguilar Mora deberá cumplir la mitad de la condena en prisión, tras lo cual será deportado a Ecuador. La víctima, valiente al declarar durante el juicio, recibió apoyo de sus familiares, quienes se mostraron conformes con la sentencia. El médico, detenido desde noviembre de 2021, fue acusado luego de que la joven denunciara el abuso sufrido en uno de los consultorios del hospital.

La fiscal de juicio, María de los Ángeles Attarian Mena, había solicitado la pena de siete años por el mencionado delito, petición que fue respaldada por los jueces Marcela Vissio, María Cecilia Maffei y Fernando Celesia del TOC Nº1 de Quilmes. Además de la condena, se dispuso la expulsión del país para Aguilar Mora, medida que se llevará a cabo tras cumplir la mitad de la pena en prisión.

Familiares de la víctima, presentes en la lectura del fallo, expresaron su conformidad con la decisión del tribunal. Érica, tía de la joven, destacó la valentía de su sobrina y señaló que la condena, aunque les brinda cierto alivio, no debería permitir la libertad de este tipo de delincuentes. «Es reparador en alguna forma para mi sobrina. Ella fue muy valiente al declarar y poder estar cara a cara en el recinto hoy», manifestó Érica, quien espera que el caso sirva de advertencia para prevenir futuros abusos en entornos de salud.

La sentencia marca el fin de un proceso judicial que expone la vulnerabilidad de los pacientes en entornos médicos. La expulsión del médico agresor plantea preguntas sobre la seguridad y supervisión en instituciones de salud. La valentía de la víctima y el respaldo de sus seres queridos refuerzan la importancia de denunciar estos actos para prevenir que se repitan. La justicia, aunque tardía, envía un mensaje claro de que los abusadores no quedarán impunes.