Impacto Negativo en el Mercado de Alquileres: Derogada la Ley, Contratos Más Cortos y Ajustes Periódicos Golpean a los Inquilinos

La derogación de la Ley de Alquileres desata preocupación: contratos cortos y ajustes periódicos golpean a inquilinos, según estudio de Inquilinos Agrupados.

En un giro que preocupa a los inquilinos de todo el país, la reciente derogación de la Ley de Alquileres ha dejado un rastro de contratos más cortos y ajustes periódicos, según revela un relevamiento realizado por Inquilinos Agrupados.

La Encuesta Nacional Inquilina, llevada a cabo a lo largo de un mes y que recopila opiniones de 3,300 inquilinos de diversas regiones del país, pone de manifiesto una tendencia alarmante en las nuevas condiciones de alquiler. Tras la entrada en vigor del DNU 70/2023, que derogó la legislación anterior, se observa un predominio de contratos con plazos de entre uno y dos años, con ajustes trimestrales o, en el mejor de los casos, semestrales.

El 87,3% de los contratos analizados tienen una actualización por períodos inferiores a los seis meses, siendo el 25% de estos ajustes realizados cada tres meses. Esta realidad contrasta notoriamente con la situación previa al DNU, donde el 69% de los contratos contemplaba actualización anual.

«Las condiciones para los inquilinos empeoraron significativamente en el último mes», señala Inquilinos Agrupados en un comunicado, refiriéndose a la rápida transformación del mercado de alquileres tras la derogación de la Ley. Antes del DNU, el 20% de los contratos se actualizaba cada seis meses, mientras que ahora este porcentaje se ha elevado al 45,6%.

Asimismo, la duración de los nuevos contratos ha experimentado un cambio sustancial, con el 51% de los acuerdos firmados en el último mes teniendo una duración inferior a un año. Este escenario genera una mayor inquietud entre los inquilinos, según revela la encuesta, con un 78% expresando angustia, un 75% ansiedad, y un 68% experimentando un sentimiento de desesperanza frente a la situación de la vivienda.

La derogación de la Ley de Alquileres y sus repercusiones en el mercado inmobiliario han generado un clima de incertidumbre entre los inquilinos, quienes manifiestan su preocupación por las nuevas condiciones contractuales que afectan su estabilidad y seguridad habitacional. Este cambio en las reglas del juego plantea preguntas críticas sobre la necesidad de revisar y ajustar las políticas actuales para garantizar un equilibrio justo entre propietarios e inquilinos.