Utilizar cinturón de seguridad y apoyacabeza en los vehículos evita muertes

 

Tanto el apoyacabeza como el cinturón permiten que, ante una colisión, el cuerpo esté protegido. Abrocharse el cinturón lleva cinco segundos y garantiza un viaje seguro.

El uso del cinturón de seguridad y la correcta posición de los apoyacabezas en los vehículos evitan un alto porcentaje de muertes causadas por siniestros viales, según lo demuestran todas las investigaciones y estudios realizados a nivel mundial, coincidieron en advertir expertos de la Agencia Nacional de Seguridad Vial (ANSV) y de otra organización dedicadas a bajar el números de muertes en el tránsito.

El cinturón de seguridad tiene como función principal sujetar y mantener al pasajero en su sitio, minimizar las heridas en caso de colisión, evitar que la persona salga despedida, que se golpee con elementos duros del interior y se desplace dentro del vehículo.

Los sujetadores y los apoyacabeza forman parte de la seguridad pasiva de los vehículos, es decir que su utilidad y función aparecen en el momento del siniestro.

Utilizar cinturón de seguridad y apoyacabeza en los vehículos evita muertes

En Argentina, no importa si se hace un trayecto de corta, media o larga distancia; urbano, por autopista o ruta, siempre es obligatorio llevar puesto el cinturón de seguridad ya que la mayoría de los siniestros que se producen son impredecibles.

La posición del ocupante dentro del vehículo incide de manera directa sobre el nivel de uso del cinturón, dado que según el último estudio realizado por la ANSV, el 55% de los conductores utilizan el cinturón, proporción que se reduce al 42,8% entre copilotos y al 19,9% entre ocupantes traseros.

”Desde hace 30 años el cinturón de seguridad en el conductor y el acompañante pasó de ser una rareza a algo habitual, porque la gente aprendió a usarlo en función de la protección a la integridad física en el caso de un siniestro, pero lamentablemente en los asientos traseros no tenemos esa costumbre aún, donde su uso es poco frecuente”, indicó el informe.

Según datos de la ANSV, el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) y la región de Cuyo exhiben el mayor porcentaje de utilización del cinturón y el apoyacabezas con un 57,7% y del 62,8% respectivamente, ubicándose por encima de la media nacional.

Por el contrario, las regiones Pampeana (43,6%), NOA (40,5%) y NEA (40,4%) mostraron niveles de uso de cinturón “inferiores al total”, según consta en el informe.

Qué dice la ley argentina

El artículo 30 de la ley nacional de tránsito, que plantea los requisitos para los automotores, establece como dispositivos mínimos de seguridad para circular los correajes y cabezales normalizados o dispositivos que los reemplacen, es decir, que no se puede circular sin contar con los dos elementos.

“Es importante, más allá de la obligatoriedad, entender que son de seguridad, y no se puede salir a la calle sin ellos”, expresó al respecto el especialista del Observatorio Vial de Cecaitra, Facundo Jaime.

La normativa vial además plantea que el no uso del cinturón de seguridad es considerado una falta grave, tanto que el artículo 77 de la Ley de Tránsito, considera una infracción “la conducción de vehículos sin que alguno de sus ocupantes utilice el correspondiente correaje de seguridad”, agregó el experto.

Actualmente, la mayoría de los autos tienen doble airbag, lo que implica que, al no usar el cinturón, ante un choque frontal, habrá dos fuerzas que se cruzan a mitad de camino: el cuerpo que va hacia adelante y el airbag que se infla con un sistema pirotécnico hacia atrás. Es decir que sin el cinturón, el airbag puede causar serias heridas en el pasajero, transformándose en un elemento que lo lastime, indicó Jaime.

Con respecto a los apoyacabezas, el Observatorio realizó una encuesta entre 100 conductores del AMBA a quienes se le preguntó si creen que tienen una función relacionada a la comodidad o a la seguridad de las personas del vehículo.

El 74.2% sostuvo que está relacionada a la seguridad; el 16.2% dijo que está vinculada a la comodidad; el 9.6% eligió la opción está relacionada a ambas cuestiones.

Tanto el apoyacabeza como el cinturón permiten que, ante una colisión, el cuerpo esté protegido. Abrocharnos el cinturón lleva no más de cinco segundos y garantiza un viaje más seguro. Además, evita las sanciones ya que es considerado una infracción grave por la normativa vigente.