La protección de la igualdad en la semana de la lactancia

 

La semana de la lactancia es una oportunidad de pensar nuevamente nuestras sociedades, las deudas que tenemos con la clase trabajadora, y las desigualdades estructurales a las cuales nos enfrentamos como colectivo social. Preguntarnos porque las desigualdades sociales muchas veces coartan las carreras laborales de miles de mujeres que encuentran en la reproducción de la vida una trampa para el desempeño del ejercicio de las carreras laborales es una obligación que intenta saldar la deuda social a la cual nos enfrentamos cotidianamente.

La lactancia es solo una pequeña parte del sistema de cuidados, pero no menos significativa si pensamos en el desarrollo de la salud de nuestros hijos, y en la garantía de los derechos. Pensar el sistema de cuidados como colectivo, con corresponsabilidad entre el Estado, las instituciones y las personas, entonces recreamos una mirada que nos permite no depositar las responsabilidades y la sobrecarga de tarea únicamente en las mujeres.

En el Estado, se ha avanzado en varias formas de proteger la lactancia de los niños, como construir lactarios en los establecimientos, respetar el derecho de las licencias de las personas gestantes a no cortar el periodo de lactancia. Sin embargo, menos de 2 de cada 10 personas de nuestra sociedad trabaja en el Estado, el resto lo hace en el sector privado, donde, todavía falta mucho camino por recorrer.

No tiene que ver con la idealización de la lactancia, pero si entender que no es una responsabilidad únicamente de las mujeres y de las personas gestantes. La propia constitución nacional como medida fundamental señala la necesidad de promover e implementar medidas de acción positiva para garantizar el pleno goce y ejercicio de los derechos fundamentales reconocidos por la misma, y por los Tratados Internacionales de derechos humanos, mencionando en el inciso que le antecede, dentro de los cuales se encuentra la Convención sobre los derechos del Niño.

Dicha convención manifiesta que los Estados Parte asegurarán la plena aplicación del derecho de las infancias al disfrute del más alto nivel posible de salud y la nutrición incluyendo las ventajas de la lactancia humana.

Somos conscientes de la necesidad de enfrentar cambios positivos para nuestra sociedad, que nos permitan encuentros sociales con los otros mas equitativos, igualitarios y que resignifiquen los roles que nos asigna la sociedad para construir una Nación donde la igualdad resulte uno de los hechos mas significativos de nuestra historia futura.