Marcos Bazán fue absuelto por el «beneficio de la duda» pese a «la existencia de indicios»
Los jueces Daniel Mazzini, Santiago Márquez y Gustavo Ramilo sostuvieron que no hubo «certeza» concluyente respecto a su participación en el femicidio de Anahí Benítez, la adolescente de 16 años hallada asesinada y violada en 2017.
Marcos Bazán, uno de los dos hombres juzgados por el femicidio de Anahí Benítez, la adolescente de 16 años hallada asesinada y violada en 2017 en la reserva Santa Catalina del partido bonaerense de Lomas de Zamora, fue absuelto por el «beneficio de la duda» y a pesar de «la existencia de indicios», que para el Tribunal Oral no resultaron «suficientes» para acreditar su participación en el hecho.
En el fallo de 456 páginas -al que Télam tuvo acceso-, los jueces Daniel Mazzini, Santiago Márquez y Gustavo Ramilo del Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 7 lomense sostuvieron que no hubo una «certeza» concluyente respecto a su participación en el hecho, por lo que absolvieron a Bazán (40), quien fue defendido por representantes de la organización Innocence Project.
En tanto, en base al «cúmulo de evidencia cargosa», los jueces condenaron a Marcelo Villalba (46) a prisión perpetua por «robo y abuso sexual agravado por acceso carnal (en carácter de autor), privación ilegal de la libertad agravada y homicidio agravado por alevosía, criminis causa y por mediar violencia de género (en carácter de coautor)» en perjuicio de la adolescente.
Durante el juicio, la fiscal Mariel Monti había desistido en su alegato de acusar a Bazán y solamente el abogado Guillermo Bernard Krizar, representante de Silvia Pérez Vilor, madre de Anahí, solicitó que sea condenado pero por un delito menor.
«Las circunstancias previamente valoradas no me permiten arribar a la conclusión que Bazán hubiera participado del evento bajo estudio con la certeza apodíctica que requiere esta instancia. Asimismo, tampoco obra certidumbre negativa, a contrario de lo sostenido por la acusación pública, pues se ha acreditado la existencia de indicios, los que, sin perjuicio de no resultar suficientes, acarrean un manto de duda en cuanto a la participación del mismo», dijo el juez Márquez en su voto, al que adhirieron sus colegas.
El magistrado recordó: «En nuestro ordenamiento penal, cuanto más se aproxima el juez o el tribunal a la sentencia, se exige cada vez más certezas y menos dudas», por lo que «en el momento de dictar veredicto se requiere certeza positiva de la materialidad del hecho y de la autoría del imputado».
«La duda (la probabilidad) impide una condena y obliga a un fallo desincriminatorio. No puede condenarse por sospechas. La duda implica absolución y libertad (considerada como una decisión de no punibilidad)», destacó Márquez y agregó: «Por lo tanto, cuando no hay certeza, sino tan sólo probabilidad no puede tomársela por base de una condena, porque siempre queda lugar a la duda y la conciencia no puede quedar satisfecha de tal modo que parezca haberse desvanecido la posibilidad de lo contrario».
Los juicios por el femicidio
Es que durante este segundo juicio oral por el caso, Diego Tula, adiestrador de la Brigada Canina de Escobar, cuyo trabajo había sido fundamental para señalar al Bazán en el caso, fue desacreditado por otros expertos en la materia,
En el primer juicio por la violación y crimen de Anahí realizado en 2020 Bazán había sido condenado a prisión perpetua como autor del hecho, pero en diciembre de 2021 el Tribunal de Casación Penal bonaerense anuló la sentencia y ordenó la realización un nuevo juicio oral.
La Sala I de ese tribunal desestimó el peritaje que descubrió el rastro odorífero de Anahí dentro de la casa de Bazán y la presencia del propio acusado en la fosa donde se halló el cadáver de la víctima, a 235 metros de su vivienda, estudio que también fue criticado por la fiscal Monti en el segundo debate, lo que la llevó a pedir la absolución.
«Sobre el tópico, no queda duda alguna que la labor efectuada carece de carácter científico», explicó el juez, quien consideró al «rastro practicado por Tula» como «controvertido».
Los testigos Jeff Schettler, entrenador de perros de la policía y del ejército de los Estados Unidos, quien adiestra canes hace 29 años; Mario Rosillo, especialista en odorífica; y Juan Carlos Lombardi, de la Asociación Civil Escuela Canina de Catástrofe, cuestionaron su accionar en el procedimiento que resultó ser uno de los indicios por el que Bazán había sido señalado como presunto coautor del hecho.
Otro punto a analizar fue el de una tijera escolar hallada en la vivienda de Bazán que un compañero de colegio de Anahí se había olvidado en la casa de la víctima, aunque el TOC 7 no le dio a ese elemento un factor determinante para acreditar una culpabilidad.
«La fuerza convictiva del material cargoso reeditado en este juicio, por el núcleo acusador, direccionado a establecer la positiva intervención del encartado Bazán en los ilícitos que le fueran achacados finalmente por la parte damnificada, no ofrece la contundencia y solidez necesaria para lograr la certeza apodíctica que debe fundar la convicción razonada y sincera exigida para pronunciarse condenatoriamente», analizó en su voto el juez Ramilo.
En tanto, Márquez dijo que no pasó «inadvertido que varias personas han hecho mención a la vinculación entre Marcelo Villalba con el «Gordo Mani», «El Chacal» y «Rober», entre tantos, y la probable participación de todos aquellos en el presente acontecer disvalioso», lo cual continúa siendo investigado por la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 9.
Villalba quedó comprometido en el caso Anahí cuando el celular marca Samsung Core de la víctima fue hallado en poder de su hijo y luego de que un estudio de ADN corroboró que su perfil genético coincidía con el del semen hallado en la adolescente asesinada.
«Los indicios desandados, sindican al reo Villalba, de una manera absolutamente contundente, no solo con el atraco del aparato de telefonía celular de Anahí Benítez, sino también con su padecido cautiverio, su narcotización, la violación soportada y la consecuente acción matadora, de conformidad con las connotaciones y móviles atribuidos», estableció el magistrado.
Mientras que para Ramilo «no media duda alguna acerca de la autoría penalmente responsable de Villalba» en la violación y el asesinato.
«Tenía pleno conocimiento de la privación ilegal de la libertad de aquella, la que excedió el tiempo necesario para el desapoderamiento, como para el acceso camal, lo que conlleva a sostener cuanto menos su coautoría en orden a la misma, habiéndose aprovechado de ello, siendo que la sustracción del celular, y el abuso han ocurrido en momentos diversos, conforme la data de antigüedad del semen hallado, y la fecha de suministro del teléfono a su hijo», concluyó.
Anahí fue vista por última vez el 29 de julio de 2017 cuando salió de su casa de Parque Barón, en Lomas de Zamora, para dar un paseo y el 4 de agosto su cadáver fue encontrado desnudo, con lesiones cortantes y golpes en la cabeza, enterrado en la Reserva Natural Santa Catalina.
La autopsia determinó que fue estrangulada, que le habían suministrado drogas y que, en esas condiciones, había sido abusada.télam
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