Obesidad, un mal de 641 millones de personas

 

En 1975 había 105 millones de obesos, hoy el 13 % de la población mundial padece ese mal que puede hacer tambalear las finanzas de la salud.

Cada vez con más regularidad, las autoridades de salud se han puesto en la tarea de convencer a la población sobre la importancia de cuidar los hábitos alimenticios y evitar la inactividad física. Lo hacen como pueden: a través de sus redes sociales, mostrando infografías, convocando ruedas de prensa, poniendo anuncios en los medios de comunicación… Basta, por ejemplo, darle una mirada al Twitter de la Organización Mundial de la Salud, donde casi todos los días vuelven sobre el tema: “El sobrepeso y la obesidad están asociados al 44 % de los casos de diabetes tipo 2” o “¿Sin plan para este domingo? ¡Vamos a dar la vuelta al mundo! Sal a la ciclovía”.

Pero, pese a sus mensajes, la realidad muestra que la obesidad se ha convertido en una epidemia cada vez más difícil de combatir y, como dijo la directora de la OMS, Margaret Chan, ningún país ha podido detenerla. La mejor muestra de ello fue publicada hace un par de días por la revista The Lancet, una de las más respetadas por el gremio médico. En un sesudo artículo, la Escuela de Salud Pública del Imperial College de Londres, con la colaboración de doctores de todo el mundo, hizo una de las radiografías más completas de ese problema tras analizar 19,2 millones de personas en 186 países. Su principal conclusión es alarmante: mientras en 1975 había 105 millones de obesos, hace dos años esa cifra era de 640 millones, es decir, el 13% de la población mundial.

Eso quiere decir que en los últimos 20 años los índices de la enfermedad se dispararon como nunca antes lo habían hecho. Y, lo peor, pueden duplicarse en sólo una década si la gente no cuida sus hábitos. Y eso implica que habrá muchas más víctimas de enfermedades como diabetes y cardiovasculares, la principal causa de fallecimiento en el mundo. En 2012 fueron las culpables de 17,5 millones de muertes.

Según The Lancet, las principales potencias son las que tienen el mayor reto. China, con más de 43 millones de hombres obesos y cerca de 46 millones de mujeres con sobrepeso, y Estados Unidos, con casi 88 millones de ciudadanos en esa condición, lideran el ranquin de los países con más dificultades. De hecho, el 18,4 % de los adultos obesos están en países de habla inglesa, donde los hombres son los que han aumentado sus kilos de manera más rápida, a razón de un kilogramo por década.

¿Cuál podría ser una posible solución? Aunque hallarla depende de muchos factores, otro artículo publicado este fin de semana en The Lancet da pistas sobre hacia dónde deberían ir las autoridades si quieren promover la actividad física. Algo tan clave como la planificación de las ciudades, el mejoramiento de los entornos urbanos, de los barrios y del transporte público, puede tener un serio impacto. “Si queremos hacer algo importante acerca de esta epidemia, tenemos que buscar fuera del campo de la salud”, dice James Sallis, de la Escuela de Salud Pública de la U. de San Diego y principal autor del estudio. “Una variedad de actores y tomadores de decisiones, como urbanistas y funcionarios, tienen que unirse en un esfuerzo”.