Uno de los detenidos por el abuso grupal en Palermo le envía videos a la víctima

 

Se trata de Thomás Fabián Domínguez (22), quien mandó mensajes a través de las redes sociales a la joven. Solicitaron una perimetral y la prohibición de contacto para los seis imputados y sus familiares.

A un año de la violación grupal en el barrio porteño de Palermo, la víctima denunció que uno de los imputados le envió desde la cárcel un video a su Instagram, por lo que le reclamó al tribunal que debe juzgarlos, una perimetral y prohibición de contacto para los seis imputados y sus familiares, y que además fije la fecha para el inicio del debate oral.

La denuncia, a la que tuvo acceso Télam, fue presentada por la víctima -cuya identidad se resguarda-, a través de sus abogados Hugo Figueroa y Osvaldo Cantoro, ante el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 14, sorteado ya desde el año pasado para hacer el juicio oral por el caso.

En ella, los abogados de la querella denuncian «el acoso» que la joven, que ahora tiene 22 años, viene sufriendo por parte del imputado Thomás Fabián Domínguez (22), y también menciona a la madre de este acusado, y a la madre y hermana de Steven Alexis Cuzzoni (20), otro de los detenidos, por sus apariciones el 10 de febrero pasado en el programa «Todas las tardes» que se emite por Canal 9.

Los abogados plantearon que desde el día de ese programa de TV, su asistida «comenzó a recibir diversos mensajes por redes sociales», pero destacaron que «lo preocupante de esta situación» fue que «el propio Thomás Domínguez tomó contacto con ella mediante su perfil de Instagram».

Los letrados informaron que el mensaje que recibió la chica provino del perfil «THpluggg», que pertenece a Domínguez y que consistía en un link de un video de 36 minutos titulado «Caso Palermo: era todo mentira», en el que una influencer analiza los testimonios y videos del caso, defiende a los imputados y los considera inocentes.

Figueroa y Cantoro acompañaron la denuncia con imágenes de captura de pantalla del Instagram de la víctima que no dejan dudas de que el perfil mencionado pertenece a Domínguez por las fotos allí subidas, y porque aún se ven los mensajes que el ahora detenido le envió el 28 de febrero del año pasado -día del hecho-, al conocerse en Palermo y que dicen: «Que onda reyna (sic), sos heemoda» (sic, por hermosa).

Domínguez es el imputado apodado «TH» e identificado en la causa como «rastas cortas» (por las dreadlocks que lucía en su pelo), que se presenta en sus redes como un artista de «free style», y según la acusación, tomó contacto con la víctima en el boliche y si bien no estuvo dentro del auto donde abusaron de la víctima, sí quedó filmado antes, manoseándola en un kiosco de Plaza Serrano.«Que el propio imputado envíe el video a la víctima de autos parecería más que un acoso», señalaron los abogados y por ello le pide al TOC 14 «solicitar una perimetral respecto del contacto que los imputados y sus familias pudieran tomar con la victima de autos».

«Estos contactos, más que una estrategia defensista, no resultan otra cosa más que en revictimización de una mujer que se encuentra luchando por salir de un fuerte trauma causado por un abuso cometido en banda y de una manera brutal», remarcaron los letrados en el escrito.

En diálogo con Télam, el abogado Figueroa, afirmó: «Hicimos este planteo porque nos parece una aberración que uno de los imputados contacte a la víctima desde el penal y por Instagram. Entendemos que no corresponde y hay que sí o sí tomar cartas en el asunto».

El abogado contó que su clienta «venía bien, pero se alteró mucho con lo del video» y que «pese a que volvió a trabajar, continúa con asistencia psicológica permanente».

En tanto, el abogado de Domínguez, Jorge Alfonso, se mostró sorprendido con la denuncia y aseguró a Télam que su defendido le «negó» haber enviado ese mensaje.

«No tiene celular en el penal. Él no fue, quizás alguien tenga la clave de su cuenta y lo haya mandando en forma generalizada a otros y por una cuestión involuntaria, lo recibió esta chica. Él me lo niega rotundamente y estaba asustado y preocupado», agregó.

En el mismo escrito de la denuncia por este acoso en redes, los querellantes también le pidieron al tribunal que fije una fecha para el inicio del debate oral.

«Esta situación requiere de un cierre priorizando la salud mental de mi asistida, toda vez que la incertidumbre de la espera de una fecha no hace más que afectar a la recuperación de la nombrada», sostuvieron los abogados de la víctima.

Camino al juicio

Fuentes judiciales informaron a Télam que todo indica que, por cuestiones de agenda, el TOC 14, actualmente integrado por los jueces subrogantes Gustavo Valle, Domingo Altieri y Gabriel Vega, recién realizará este juicio durante el segundo semestre de este año.Para las audiencias, que serán al menos una decena, se citará a alrededor de 25 testigos y el fiscal de juicio será Fernando Klappenbach.

El abogado Alfonso, quien no solo defiende a Domínguez, sino también a Cuzzoni, espera conseguir una prisión domiciliaria para sus clientes, y confía en que logrará «su total absolución» en el debate, mientras que los querellantes creen que los seis serán condenados por el hecho.

Además de los ya mencionados Domínguez y Cuzzoni, los otros cuatro acusados son Ángel Pascual Ramos (24), Lautaro Dante Ciongo Pasotti (25), Franco Jesús Lykan (24) e Ignacio Retondo (23).

Todos cumplen prisión preventiva en penales federales y están imputados como «coautores» de un «abuso sexual con acceso carnal agravado por la intervención de dos o más personas» -que prevé una pena de 8 a 20 años de cárcel-, y de las «lesiones leves» -de un mes a un año de prisión-, ocasionadas a un vecino al que golpearon porque creyeron que los filmaba con su celular.

El hecho

El hecho ocurrió el feriado de carnaval del 28 de febrero del año pasado, en la calle Serrano al 1300, en la zona de Palermo Soho, donde una pareja de panaderos y otro vecino intervinieron al ver que dentro de un auto Volkswagen Gol estacionado junto a la vereda abusaban en grupo de una chica, se enfrentaron a ellos y llamaron a la policía.Las claves del caso fueron los múltiples videos de cámaras de seguridad que registraron todo el derrotero del grupo con la víctima, el relato de la propia joven que dejó en claro que nunca dio el consentimiento y el de los testigos que la auxiliaron.

Para la Justicia, cometieron un «ataque sexual masivo»

El juez y el fiscal que investigaron la violación grupal ocurrida hace un año en el barrio porteño de Palermo y que enviaron a juicio oral a los seis imputados, consideraron que concretaron un «ataque sexual masivo» y que actuaron en grupo para «satisfacer sus deseos libidinosos».

Dichas frases se desprenden del procesamiento que en su momento dictó el juez nacional en lo Criminal y Correccional 21, Marcos Fernández, y del requerimiento de elevación a juicio del fiscal 48 del mismo fuero, Eduardo Rosende, quienes tuvieron a cargo la instrucción del expediente.

En su requerimiento de 66 páginas -al que accedió Télam-, Rosende señala «ese era el plan común, mantener relaciones sexuales con ella todos al mismo tiempo, en la medida de lo posible, a cuyo fin debían turnarse para hacerlo algunos primero y el resto después, pero siempre varios al mismo tiempo, aprovechándose de la vulnerabilidad de la víctima a nivel volitivo».

Más allá de que la víctima había ingerido marihuana, alcohol y anfetaminas, el fiscal le dio un valor preponderante a la declaración de la joven al afirmar que «zanja la cuestión sobre la clara inexistencia de un consentimiento».

Al describir el hecho, Rosende realizó una cronología de todo lo sucedido el 28 de febrero último -feriado de carnaval-, cuando la joven, por entonces de 21 años, fue captada a las 6 de la madrugada por algunos de los imputados en el boliche «Espacio Ro Techno Bar», de la calle Thames 1625, hasta que pasadas las 15 fue rescatada, por comerciantes y vecinos, luego de ser abusada dentro de un auto estacionado frente a una panadería de la calle Serrano al 1300.

Señala el fiscal que lo acusados Alexis Cuzzoni (20) y Thomás Domínguez (22) fueron quienes interactuaron con la joven dentro del boliche, que cuando ese local nocturno cerró entre las 8 y las 9, la víctima se dirigió con un amigo, esos dos imputados y otras personas, a la plaza identificada como «Ferroviaria», ubicada en la calle Soler, entre Godoy Cruz y Juan B. Justo, y allí «contaron chistes, escucharon música, cantaron y charlaron; algunos bebieron cervezas en lata y fumaron marihuana».

El fiscal sostuvo que a las 11 abandonaron ese lugar y se dirigieron a la Plaza Serrano, donde la chica, su amigo y los dos acusados ya mencionados, se encontraron con los otros cuatro imputados -Ángel Ramos (24), Lautaro Ciongo Pasotti (25), Franco Lykan (24) e Ignacio Retondo (23)-, cuando éstos cantaban y tocaban la guitarra.

Destacando el «evidente estado de intoxicación» que tenía la víctima, el fiscal luego describió los abusos por manoseos que entre las 13 y las 14.20 la chica sufrió por parte de Cuzzoni, Domínguez y Ramos, en el kiosco «Curiosity» de la calle Serrano 1514, y que quedaron filmados por las cámaras de seguridad del local.

Rosende puntualizó que a partir de las 14.45 «todos los imputados se dirigieron junto a la víctima hacia el automóvil Volkswagen Gol», propiedad de Ciongo Pasotti, que estaba estacionado frente a la panadería ‘La Familia’ de Serrano 1397 donde, según describe, «se produjeron y definieron las agresiones sexuales más graves contra la damnificada, que venían gestándose por varias horas, en forma organizada y conjunta por los acusados».

«Todos juntos alrededor de la damnificada, actuaron entrelazados para terminar de arrasar su integridad sexual», dice el fiscal, quien basándose en los videos claves de cámaras de esa cuadra, posicionó dentro del vehículo y abusando de la víctima, a Ramos y a Ciongo Pasotti.

Estos dos acusados quedaron más comprometidos por los análisis de ADN que demostraron que sus perfiles genéticos estaban en el líquido seminal hallado en la ropa interior y en los hisopados practicados a la víctima.

En el caso Ramos, además, se halló su patrón genético bajo las uñas de la chica, «lo cual indica que ésta se resistió al acto sexual», remarcó el representante del Ministerio Público.

A Lykan y Cuzzoni, el fiscal los ubica en los asientos traseros del auto, desde donde, según la acusación, manosearon a la joven.

Y al referirse a los otros dos acusados, Domínguez y Retondo, que en ese momento se encontraban fuera del rodado, dijo que estaban «observando y convalidando el ataque sexual».télam