Inicia el juicio a un hombre por el femicidio de una joven en Olavarría en 2020

 

Se trata de Diego Ezequiel Pais (31), quien está acusado del crimen de su novia, Valentina Gallina (19), en la misma ciudad bonaerense en la que 12 años antes su madre también había sido víctima de un femicidio a manos de su pareja.

Un jurado popular comenzará a juzgar desde este martes a un hombre de 31 años acusado del crimen de su novia, Valentina Gallina (19), la joven que fue asesinada en enero de 2020 en Olavarría, la misma ciudad bonaerense en la que 12 años antes su madre también había sido víctima de un femicidio a manos de su pareja, informaron este domingo fuentes judiciales.

El acusado es Diego Ezequiel Pais, quien se encuentra detenido por el «homicidio triplemente agravado por el vínculo, ensañamiento y mediando violencia de género» de Valentina, que prevé la pena de prisión perpetua.

Fuentes judiciales informaron a Télam que la audiencia comenzará a las 13 con la selección de los doce jurados titulares y seis suplentes, en un debate que fue postergado en dos oportunidades y será coordinado por el juez Joaquín Duba del Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 1 de Azul.

El jurado escuchará hasta el viernes próximo alrededor de 45 testigos y deberá determinar si Pais fue el culpable de matar a golpes a su pareja e inventar un ataque por parte de vecinos del barrio para desviar la investigación.

En el pedido de elevación a juicio al que Télam tuvo acceso, la fiscal que instruyó la causa y ahora participará del juicio, María Paula Serrano, dio por probado que el crimen ocurrió el 4 de enero de 2020, pasadas las 11, en una vivienda ubicada en calle 108, entre Lamadrid y Moreno, del barrio Isaura de Olavarría, donde Valentina vivía con el acusado.

La joven fue hallada en estado agonía debido a los golpes y puñaladas sufridas, cuando los efectivos de la comisaría local llegaron a su domicilio tras ser alertados sobre un ataque presuntamente cometido por un grupo de personas que vivía en otro barrio, según dijo su pareja.

Según las fuentes, Valentina fue trasladada de urgencia al Hospital Municipal Héctor Cura, donde murió a los pocos minutos.

Tras el crimen, la fiscalía dispuso una serie de medidas tendientes a dilucidar lo sucedido, al tiempo que los efectivos de la Jefatura Distrital, del Comando de Patrullas y de la Policía Científica realizaron varias diligencias con el objetivo de identificar a los supuestos agresores que habían sido señalados por Pais, quien relacionó el ataque con problemas que un hermano suyo tenía con vecinos de otro barrio.

«Relata muchas armas, muchos disparos, mucha gente durante más de siete horas en su vivienda (…) resulta imposible e inexplicable que frente a dicho panorama ni él ni Valentina hayan presentado heridas de arma de fuego, teniendo en consideración las dimensiones del lugar», aseguró Serrano en la requisitoria, al poner en duda los dichos de la pareja de la víctima.

El acusado había declarado que un grupo de personas había entrado a la casa efectuando disparos de arma de fuego, uno de los cuales impactó en Valentina.

No obstante, al realizarse la autopsia se estableció que Valentina no presentaba ninguna herida de arma de fuego, sino que había muerto a raíz de un «edema craneal» provocado por una golpiza.

«Le propinó una cantidad indeterminada de golpes en todo su cuerpo, así como también la agredió utilizando un elemento punzocortante en la zona de la cabeza, ocasionándole a nivel externo múltiples lesiones punzocortantes compatibles con elemento productor que posee punta y filo, en cuero cabelludo, en un número superior a 15», estableció la autopsia.

Estas contradicciones, sumadas a testigos que relataron que Valentina sufría violencia de género por parte de su concubino, llevaron a la fiscal a pedir la aprehensión de Pai e indagarlo por femicidio.

«No cabe duda que la agresión de Pais a Valentina estuvo enmarcado en un contexto asimétrico y de cosificación a la mujer por su condición de tal, que se venía acentuando en el tiempo de manera continua y persistente, tanto hacia ella como a sus exparejas», determinó la fiscal.

En ese sentido, una amiga de la víctima contó que el propio acusado le dijo «que matar a una mujer era fácil…que él tenía ocho restricciones y anda por la vida como si nada…»

«Me decía que se pagaba fácil la muerte de una mujer…me dijo que a él no le iba a temblar la mano el día que le tenga que pegar a una mujer...», agregó la testigo.

Por su parte, Pais ya había estado acusado de un homicidio cometido a fines de junio de 2016, cuando el comerciante Fernando Palahy (40) fue asesinado de un balazo en el pecho durante un robo.

El mismo TOC 1 de Azul lo absolvió y condenó a Walter Ariel «Tata» Leal a la pena de 18 años de cárcel por el crimen.

Los hechos

Valentina fue asesinada pocos meses antes de que se cumplieran 12 años del femicidio de su madre, la madrigada del 12 de junio de 2008, también en Olavarría.

La joven era la mayor de los tres hijos que tuvo Valeria Soledad Cazola (24), asesinada de cinco puñaladas en el abdomen por su novio, Jorge Villanueva, en una de las habitaciones de una pensión ubicada en avenida Alberdi 2744, del barrio Coronel Dorrego.

Por la mañana del aquel día, los vecinos de la mujer vieron a Villanueva salir de la habitación con un bolso y al mediodía un amigo lo encontró en la calle y aquel le dijo: «Me parece que maté a Valeria».

El hombre fue finalmente detenido por la policía junto al cuerpo de la víctima, que estaba cubierto por una frazada en la habitación de la pensión.

Villanueva fue condenado a 10 años de prisión en un juicio abreviado realizado en 2009 por el delito de «homicidio simple», ya que en la ley de ese entonces no estaba contemplada la figura de «femicidio» como agravante.

Por el crimen de la mamá de Valentina, en 2019 la familia había inaugurado el hogar para mujeres en estados vulnerables llamado «La Casa Popular de Valeria», situado en Fassina 1931, de barrio Sarmiento Norte.