¿Por qué soñamos?

 

Pasamos una tercera parte de nuestra vida durmiendo. Sin embargo, solo soñamos en fases de pocos minutos. Si calculamos un promedio, según las investigaciones, se calcula que, a lo largo de nuestra vida, soñamos cerca de 6 años enteros.

Todos alguna vez nos hemos maravillado de nuestros propios sueños y hasta nos hemos preguntado por qué en la vigilia no pasan cosas tan geniales. También nos hemos levantado sorprendidos por alguna información que se nos revela mientras dormimos o abrumados por alguna imagen poco feliz.

Pasamos una tercera parte de nuestra vida durmiendo. Sin embargo, solo soñamos en fases de pocos minutos. Si calculamos un promedio, según las investigaciones, se calcula que, a lo largo de nuestra vida, soñamos cerca de 6 años enteros.

¿Qué le ocurre al cerebro mientras sueña?  Los sueños son historias realistas o fantásticas que nuestro cerebro crea mientras dormimos. Aunque duran poco, se repiten varias veces durante la noche, por lo que el sueño puede durar hasta dos horas.

El estudio del sueño se puede hacer desde un enfoque neurocientífico, donde se estudian las estructuras que intervienen en la producción y organización de los sueños, o desde un enfoque psicoanalítico, que está más orientado a la interpretación del significado de los sueños, siendo Sigmund Freud una de las voces más autorizadas en la materia.

Etapas del sueño

El sueño no es uniforme. Generalmente, en una noche pueden trascurrir entre 4 y 6 ciclos de sueño, que a su vez se dividen en varias fases en función de la sondas cerebrales que se activen. Es por eso que a veces no recordamos lo que hemos soñado, o incluso pensamos que no hemos soñado nada, porque dependiendo del momento en el que la persona se despierte puede recordar o no un sueño.

Cabe destacar que no todos los ciclos duran lo mismo. El primer ciclo suele ser el más corto, 70-100 minutos, mientras que los posteriores rondan los 90-120 minutos. Además, los ciclos de sueño pueden variar de una persona a otra y de una noche a otra.

Si nos paramos a analizar cada uno de los ciclos, nos encontramos que están divididos en cuatro etapas que muestran distintos patrones de actividad cerebral a lo largo del sueño.

La primera etapa es el adormecimiento, cuando el cuerpo se está relajando, y suele durar menos de cinco minutos. Es la transición entre estar despiertos y dormirnos.

La segunda etapa es el sueño ligero y representa aproximadamente la mitad del sueño total. En ella, disminuye la temperatura corporal y la frecuencia cardiaca, además de relajarse los músculos y la respiración. Al mismo tiempo, cambia el patrón de ondas cerebrales que pasan a ser lentas con ocasionales ondas rápidas.

La tercera etapa es el sueño profundo, por lo que pasa a ser más difícil despertar a alguien en este punto del sueño, y cuando se despierta, la persona necesita tiempo para orientarse. En esta etapa, el tono muscular, el pulso y la frecuencia respiratoria siguen disminuyendo conforme se relaja el cuerpo, mientras que las ondas cerebrales son extremadamente lentas (ondas delta). Generalmente dura entre 20 y 40 minutos.

En cuanto a la etapa del sueño REM (Rapid Eye Movement), hay un cambio radical, en el que la actividad cerebral aumenta, acercándose a los niveles de actividad de cuando una persona está despierta. Por su parte, el cuerpo pierde el tono completamente, dando lugar a una parálisis muscular temporal de todo el cuerpo, a excepción de los ojos, que se mueven muy rápida e irregularmente, y de los músculos respiratorios, que aumentan la frecuencia respiratoria. También aumentan la presión arterial y la frecuencia cardíaca. Generalmente, la fase REM se inicia tras 90 minutos de sueño.

En cuanto al hecho de soñar, se puede producir en cualquiera de las etapas, pero los sueños son más vívidos y frecuentes durante la fase REM, por el aumento significativo de actividad cerebral.

¿Cuál es la finalidad de los sueños?

No se sabe con exactitud si existe una finalidad per se, pero una de las teorías es que soñar ayuda a memorizar y ordenar información importante y complicada. Se desconoce cómo afectan los sueños al almacenamiento de la información y a bloquear los estímulos que podrían interferir en la memoria.

Aun así, hay investigaciones que demuestran que, si se aprende información importante antes del ciclo del sueño, es mucho más fácil recordarla o reproducirla que inmediatamente después del aprendizaje. Esto se debe a que durante el sueño se produce una ordenación y almacenamiento adecuados de la información, y es mucho más fácil recordarla.

También los pensamientos reprimidos durante el día vuelven durante el sueño, provocando estrés y emociones negativas. Y aunque pienses que ya te has olvidado de un tema, curiosamente puede que te aparezca en sueños hasta 7 días después de la última vez que lo tuviste presente.

Algo que sí que cabe destacar es que los estímulos externos afectan a las emociones durante el sueño. Si has pasado un buen día, te han hecho algún regalo, o has visto una película romántica, lo más probable es que tengas sueños relacionados con temas positivos, mientras que si la película es de terror, te han dado una mala noticia, o has tenido pensamientos tristes antes de irte a dormir, los sueños te generarán emociones negativas.

No se sabe exactamente por qué hay algunos sueños que recordamos, otros que olvidamos unos minutos después de despertarnos, y otros que no olvidamos, pero se cree cuando recordamos lo que hemos soñado es porque nos hemos despertado a mitad de ciclo, cuando todavía estábamos soñando activamente.

Los sueños, así como dormir, forman parte de un ciclo que el cuerpo necesita para estar emocional y físicamente adaptados a los acontecimientos y sentimientos de la vida cotidiana. Nos ayuda a deshacernos de la fatiga y la información innecesaria, además de almacenar los recuerdos necesarios e importantes.