Comienza el juicio por el femicidio de la joven que cayó de un balcón en Nueva Pompeya
«Pilar no se suicidó, a Pilar la mataron. Las pruebas son infinitas en el expediente, espero y creo que la justicia no puede dejarlas de lado”, dijo la madre de la víctima antes del proceso que tendrá como único acusado Patricio Reynoso, pareja de su hija.
Un hombre llamado Patricio Leonel Reynoso comenzará a ser juzgado desde el próximo jueves como único acusado del femicidio de su pareja Pilar Riesco, la joven que murió tras caer del balcón del cuarto piso de un edificio en marzo del 2020 en el barrio porteño de Nueva Pompeya, informaron este lunes fuentes judiciales.
En tanto, Adriana Chiaverano, madre de Pilar (21), aseguró a Télam que tiene la “certera convicción” de que su hija “no se suicidó, sino que la mataron” y pidió por que no haya más femicidios en la Argentina.
Fuentes judiciales confirmaron a Télam que el debate oral, que comenzará el próximo jueves a las 11.30, estará a cargo del Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 18 porteño, compuesto por los jueces Domingo Altieri, Luis Márquez, y Darío Medina.
Las audiencias continuarán durante los tres jueves siguientes y serán transmitidas por la plataforma virtual Zoom.
La primera jornada tendrá la declaración de testigos propuestos tanto por la querella, representada por el abogado Roberto Damboriana, como por parte de la defensa, integrada por los letrados Fernando Caamaño, Leandro Gianini y Miguel Priolo, indicaron las fuentes.
Fuentes judiciales informaron a Télam que Reynoso (34) llega al debate imputado por el delito de «homicidio doblemente calificado por el vínculo y por haber mediado violencia de género», que prevé la pena de prisión perpetua.
El imputado actualmente se encuentra alojado en el Complejo Penitenciario Federal 1 de Ezeiza.
El pedido de elevación a juicio fue realizado en agosto del año pasado por el fiscal de la causa, Martín López Perrando, que estuvo acompañado por Mariela Labozzeta, titular de la Unidad Fiscal Especializada en Violencia Contra las Mujeres (UFEM) y avalado por la jueza Graciela Angulo de Quinn, a cargo del Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional 61.
“Han sido años muy difíciles, este mes también lo será. Llegamos a un punto al que nos dio mucho trabajo llegar, por el que tuvimos que luchar”, dijo Chiaverano.
La mujer aseguró que “va a ser un proceso muy duro volver a remover todo” lo relacionado a la muerte de su hija, pero que llega al debate oral “tranquila porque Pilar me dio todo en este camino y las pruebas están”.
“Llegamos bien, yo llego con la firme convicción, que no va a haber sentencia que cambie mi convicción, de que Pilar no se suicidó, a Pilar la mataron. Las pruebas son infinitas en el expediente, espero y creo que la justicia no puede dejarlas de lado”, señaló.
El crimen
El hecho ocurrió cerca de las 16.30 del domingo 15 de marzo de 2020, días antes del decreto que dispuso el aislamiento por la pandemia del coronavirus, cuando la joven cayó del balcón del departamento «E» del cuarto piso de la calle Alagón 305, en Nueva Pompeya.
Según la pesquisa, Reynoso había regresado de bailar a las 8, se acostó a dormir y cuando se despertó comenzó una discusión prolongada con la joven, con quien convivía.
El imputado afirmó que Riesco comenzó a increparlo, a gritarle, a decirle que no lo quería y que incluso en un momento le arrojó un portarretratos con una foto de ellos, tras lo cual fue al balcón y se tiró al vacío.
Sin embargo, para la fiscalía y la querella, Reynoso «le propinó golpes varios» que le causaron «múltiples» lesiones, y luego la arrojó desde el balcón.
Para el fiscal, las lesiones que presentaba la víctima, «revelaban que el imputado habría ejercido una fuerza mayor a la desplegada por Riesco durante la agresión física previa al desenlace fatal, que excedía la que podría esperarse en el marco de una acción de defensa», como planteó el acusado al declarar que él solo se defendió de un ataque de ella.
Tanto el fiscal como la querella coincidieron que en la pericia realizada por la Unidad Móvil Criminalística de la Policía de la Ciudad a las pocas horas del hecho indicó que «no había rastros papilares sobre la superficie de la baranda del balcón», por el que cayó la víctima.
«La ausencia de éstas, acredita la versión de que en realidad fue empujada», sostuvo el fiscal en el pedido de juicio oral.
El 30 de marzo de 2020 pasado la jueza Angulo de Quinn procesó a Reynoso con prisión preventiva y le trabó un embargo por 931.500 pesos.
Pero al mes siguiente, la sala V de la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional revocó el procesamiento de Reynoso y lo liberó por falta de mérito, al considerar que no había pruebas suficientes para atribuirle un femicidio.
Con el correr de la pesquisa se sumaron elementos probatorios que llevaron al MPF a solicitar nuevamente su arresto y una ampliación de la declaración indagatoria, lo que fue acompañado por la jueza.
El acusado fue declarado en rebeldía el 31 de marzo de 2021 cuando Angulo de Quinn, a pedido del fiscal López Perrando, ordenó su detención y como no fue hallado, días más tarde, el 5 de abril, se libró su captura nacional e internacional y también se ofreció una recompensa de un millón y medio de pesos por datos sobre su paradero.
Finalmente, Reynoso se entregó a la Policía tras permanecer prófugo más de dos meses.
Mientras que el 15 de julio del año pasado la Justicia confirmó la prisión preventiva del imputado y su traslado a una unidad del Servicio Penitenciario Federal, donde permanece alojado.
“Este recorrido me costó mucho, pero reconozco que tenía herramientas que otras mamás y papás no tienen. Hay un montón de organismos para trabajar en pos de que lo femicidios no existan más. La UFEM es uno de ellos. Fue un organismo que me escuchó y me ayudó con las pruebas”, sostuvo Chiaverano.
Por último, la mujer aseguró que tiene proyectado proponer en el Congreso Nacional que los femicidios sean tratados por fiscales con empatía y con conocimiento en la materia, ya que “no son un homicidio común”. télam