A 32 años del crimen, la esposa de Núñez dice que «no quieren» detener al policía prófugo

 

La mujer encabezó esta tarde un acto en el Museo de la Memoria platense, donde se colocó un busto de la víctima. «Era un chico de barrio, era jugador de fútbol y trabajaba haciendo arreglos en las casas. Y era un padre muy presente» dijo la viuda en su recuerdo.

Mirna Gómez, la esposa de Andrés Núñez, el albañil torturado hasta morir por policías bonaerenses en 1990 en la ciudad de La Plata, dijo este miércoles al cumplirse 32 años del hecho, que hay un efectivo prófugo al que «no quieren» detener, por lo que no va a «bajar los brazos» y seguirá con su «lucha».

La mujer encabezó esta tarde un acto en el Museo de la Memoria platense, donde se colocó un busto de la víctima.

«Hoy hacen 32 años sin Andrés, estoy muy emocionada y quisiera contar cómo era él. Era un chico de barrio, era jugador de fútbol y trabajaba haciendo arreglos en las casas. Y era un padre muy presente. La nena era chiquita y él ya estaba pensando en su fiesta de 15 años, en el auto que se iba a comprar para llevarla a la fiesta», dijo Mirna.

Con los ojos llorosos y de pie junto a busto de su marido, la mujer estuvo acompañada de otros familiares de víctimas de gatillo fácil y de uno de los hijos del albañil y militante dos veces desaparecido Jorge Julio López.

Mirna, quien cubría su torso con un chaleco con la imagen de su esposo y la leyenda «primer desaparecido en democracia», remarcó: «Pasaron 32 años y todavía hay un prófugo en la causa. No lo quieren agarrar, no quieren detenerlo, lo siguen encubriendo. Yo les pido a los jueces pónganse el pantalón o la pollera para que no haya más impunidad.»

«Yo no voy a bajar los brazos, a pesar de los tropiezos y las amenazas sufridas por mi familia y la familia de Andrés. Siempre estaré de pie en lucha», dijo y agregó: «Me hubiera gustado ponerle una placa que dijera ´Yo sé que desde el Cielo me cuidás pero quería tenerte toda la vida junto a mí».

En el acto estuvo presente Eugenia Vázquez, hermana de Andrea Viera, quien murió en el 2002 a raíz de los golpes que le aplicaron policías en la comisaría de Florencio Varela.

Según Vázquez, «entre ellos no se buscan», en alusión a que la policía no busca al efectivo prófugo por el caso Núñez.

«Yo culpo de esa situación (de impunidad) al hecho que a los genocidas de la dictadura no los juzgaron en tiempo y forma. Si lo hubieran hecho, hoy estarían acá Andrés Núñez, Miguel Bru, Mariano Wittis y tantos otros», sostuvo.

El 28 de septiembre de 1990, efectivos de la policía se llevaron a Núñez a la Brigada de Investigaciones de La Plata, con la excusa de estar investigando el robo de una bicicleta y una vez allí le colocaron una bolsa en la cabeza mientras le pegaban en el estómago hasta ocasionarle la muerte.

El cuerpo fue llevado a un campo en la localidad de General Belgrano, predio que cuidaba un primo de Pablo Martín Gerez, el policía que comandó el operativo del secuestro y tortura, y que hace 30 años está prófugo.

El cadáver fue incinerado dentro de un tanque australiano en desuso y recién fue encontrado e identificado en 1995, luego que el policía José Daniel Ramos colaboró con la causa para beneficiarse e indicó dónde estaba el cadáver.

En el 2010 fueron condenados a prisión perpetua Víctor Dos Santos y Alfredo González, mientras que Luis Raúl Ponce fue detenido en 2012, tras estar prófugo 22 años, en la ciudad neuquina de Junín de los Andes y en 2017 también lo sentenciaron a perpetua.

Por su parte, Manuel Bouchoux, abogado de Mirna, explicó a Télam que, a partir de un pedido al Tribunal de Casación bonaerense, la Sala IV «activó el juicio a tres policías que estaban en la dependencia ese día, aunque no estaban en la sala de torturas».

«De esos tres policías, todos personal subalterno, hay dos que no están presentes en el proceso, deben ser ubicados, pero esperemos lo sean pronto», apuntó Bouchoux.

Se trata de Carlos Gustavo Veiga, Ernesto Delfor Zabala y César Carrizo, precisó el letrado.

Veiga llegará a juicio acusado de «allanamiento ilegal y privación ilegítima de la libertad», en tanto que a Zabala y Carrizo se les imputa el delito de «omisión de impedir tormento».

Además, Casación rechazó la excusación planteada por los jueces Emir Alfredo Caputo Tártara, Ezequiel Medrano y Cecilia Sanucci, designados para llevar adelante el juicio oral, por lo que quedaron confirmados para llevar adelante el juicio contra los tres expolicías.