Terapias alternativas podrían ayudar a las mascotas

 

Los problemas físicos de las mascotas y los problemas psíquicos podrían ser tratados con terapias alternativas.

Los animales reaccionan muy bien a los remedios naturales, y es por eso que se muestran fundamentalmente receptivos a las terapias alternativas. Si bien no reemplazan los medicamentos que pueden recetar los médicos veterinarios, lo cierto es que existe toda una serie de terapias naturales o complementarias que le ayudarán a mejorar rápidamente y, en muchas ocasiones, curar definitivamente sin efectos adversos.

La contaminación, la pobre nutrición, tensión y las formas de vida malsanas pueden llevar a una variedad de enfermedades físicas y de condiciones que son muy similares a las experimentadas por los humanos. Además, los problemas y enfermedades emocionales y psicológicas como la depresión, la ansiedad, y las de comportamiento son muy frecuentes. Muchas, si no la mayor parte de estas condiciones, pueden ser prevenidas ayudando y cuidando a nuestros perros y gatos para que adquieran una forma de vida más sana.

Para las mascotas domésticas con condiciones existentes, una combinación de cambio en la forma de vida y la medicina o remedio natural puede hacer maravillas. Según el experto y autor Puotinen, la mayoría de los profesionales holísticos veterinarios y del cuidado médico en animales enumeran las vacunaciones anuales y los alimentos comerciales de perros y gatos como la principal causa en los aumentos de enfermedades crónicas. Esto llevó a muchos veterinarios a buscar alternativas de cuidado como remedios naturales para mantener nuestras mascotas sanas.

Algunas de las terapias naturales para mascotas más utilizadas en veterinaria: acupuntura y moxibustión, campos magnéticos y campos lumínicos, ultrasonidos e infrasonidos, electroterapia, quiropraxia, masaje y osteopatía, hidroterapia, crio y termoterapia, neurotapping, homeopatía, flores de Bach, método Quinton (terapia marina), fitoterapia.

Un buen plan de vacunas (siempre suministradas por un veterinario) es fundamental para proteger a tu mascota de enfermedades virales que son altamente contagiosas y tienen alta tasa de mortalidad.

En el caso del gato, se empieza a los 2 meses de edad y lo más común es aplicar tres dosis de triple felina separadas por un mes y lo protegerá de herpesvirus, calicivirus y rinotraqueitis. Se completa el plan con la antirrábica que, al igual que en el perro, se debe aplicar obligatoriamente a partir de los 4 meses. Luego, anualmente y durante toda la vida de tu mascota, se da una dosis de triple felina y una de antirrábica.

En el perro hay distintas formulaciones de vacunas. La más común es la quíntuple que lo protege contra parvovirus, moquillo, parainfluenza, adenovirus y hepatitis infecciosa. Se comienza a los 45 días y se dan tres dosis cada un mes, terminando con la antirrábica. Anualmente se coloca un refuerzo.