Confirman la perpetua al hombre que entró a una comisaría con sus hijos y admitió matar a su pareja
«Me mandé una macana, le pegué a mi mujer, no sé cómo está», dijo Oscar Genaro Bisignano antes de quedar detenido por el crimen de Erika Paola Yapichino, cuya muerte fue provocada por «asfixia mecánica por compresión cervical – estrangulación manual».
La Cámara Nacional de Casación en lo Criminal y Correccional confirmó la condena a prisión perpetua de un hombre que tras cometer el femicidio de su concubina, estrangulada en 2016 en su casa del barrio porteño de Parque Patricios, se presentó ante la Policía junto a los dos hijos de la víctima y confesó haberla matado durante una discusión, informaron fuentes judiciales.
«Me mandé una macana, le pegué a mi mujer, no sé cómo está», había dicho Oscar Genaro Bisignano (56) momentos antes de quedar detenido por el crimen de su pareja Erika Paola Yapichino (38), con quien residía en una vivienda de dos plantas situada en la calle José C. Paz 3426 de dicho barrio del sur de la Ciudad de Buenos Aires.
La Sala II, integrada por los jueces Eugenio Sarrabayrouse, Horacio Días y Daniel Morin, confirmó la sentencia del Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 20 por el delito de «homicidio agravado por tratarse la víctima de una persona con la que mantuvo una relación de pareja» y rechazó la apelación de la defensa.
La Cámara de Casación convalidó el fallo de primera instancia en el que determinó que Bisignano «comprendía la criminalidad de los actos y podía dirigir al momento del hecho sus acciones».
Además, las presuntas «circunstancias extraordinarias de atenuación» que alegó la defensa fueron descartadas por las situaciones previas al hecho, las conclusiones de los peritajes, el modo en que ocurrió el crimen y las acciones posteriores del acusado.
«Las juezas y el juez, basados en los informes y declaraciones de los profesionales que examinaron al imputado al poco tiempo de producido el hecho, concluyeron que ‘…nada de eso habría llegado al punto de afectar su imputabilidad o, al menos, nada ha sido probado de manera fehaciente en el debate….», recordó la Sala II.
La investigación comenzó el 12 de septiembre de 2016, alrededor de las 8.50, cuando este hombre llegó a la excomisaría 32da. de la Policía Federal Argentina (PFA), ubicada en Caseros 2724 de Parque Patricios a bordo de una Renault Kangoo.
Bisignano descendió del vehículo junto a un niño y una niña y se dirigió hasta la guardia de la seccional, donde lo atendió el oficial de servicio, a quien le dijo: «Me mandé una macana».
De acuerdo a la versión que dio el condenado, éste estaba en su domicilio cuando comenzó a discutir con Yapichino por cuestiones de pareja y que el entredicho adoptó un tono violento al punto que la tomó del cuello hasta que la mujer «dejó de moverse».
La autopsia confirmó que la muerte fue provocada por «asfixia mecánica por compresión cervical – estrangulación manual».
Las fuentes precisaron que el hombre dejó a la víctima en el interior de la casa y se dirigió directamente a la seccional junto a los dos hijos de la mujer para relatar lo ocurrido.
A partir de la confesión de Bisignano, desde la entonces comisaría 32da. se le dio intervención a la Prefectura Naval Argentina (PNA) -que por el operativo Cinturón Sur era la fuerza federal que también tenía a cargo esa jurisdicción-, pero debido a la urgencia de la situación fueron efectivos de la propia seccional los que se dirigieron a la vivienda de la calle José C.Paz.
Los voceros señalaron a Télam que con las llaves aportadas por el propio sospechoso y en compañía de dos testigos, los policías ingresaron a la vivienda y hallaron el cadáver de Yapichino en la planta alta.
Al constatar la existencia del cadáver, Bisignano quedó detenido a partir de aquel día y acusado de «femicidio», a disposición del juez en lo Criminal de Instrucción porteño 2, Manuel Gorostiaga, a cargo de la instrucción de la causa.
Desde un principio, los peritos no detectaron en el lugar ningún elemento que pusiera en duda o contradijera la versión inicial brindada por el propio Bisignano, de profesión empleado.
Por su parte, los dos hijos de la víctima fueron retirados por su padre biológico, el exmarido de Yapichino.