El maltrato infantil está detrás de uno de cada tres problemas de salud mental en adultos

 

Sufrir maltratos en la infancia puede dejar graves secuelas en la edad adulta. Las secuelas pueden ser múltiples, desde trastornos de personalidad, adicciones, violencia en sus relaciones y acarrear problemas de autoestima.

Según la OMS, se define el maltrato infantil como los abusos y la desatención que sufren los menores de 18 años, físico, psicológico, abuso sexual, desatención, negligencia y explotación comercial u otro tipo de explotación que dañe la salud, desarrollo y dignidad del niño, o poner en peligro su supervivencia, en el contexto de una relación de responsabilidad, confianza o poder.

Secuelas en la edad adulta

Nuestro Sistema Inmunitario es el encargado de defender a nuestro organismo de agentes patógenos y enfermedades, el maltrato es una fuente de estrés y el estrés genera aumento de cortisol y de modo continuo, lo que facilitará o predispondrá a la aparición de ciertas enfermedades.

Por otro lado la Adrenalina, otra de las hormonas asociada al ESTRÉS, juega un papel importante para prepararnos ante una amenaza, ya que su liberación en el torrente sanguíneo, facilita la elevación de la tasa cardíaca, de la respiración, los bronquios se dilatan, aumenta la tensión muscular y la circulación sanguínea disminuye en la piel para concentrarse en los músculos, nuestra digestión se hace más lenta y nuestras células trabajaran a ritmo intenso para poder hacer frente al peligro.

Sin embargo, si este proceso mencionado ocurriese de modo continuado, como ocurre en las situaciones de maltrato y como ya hemos mencionado es fuente de estrés, ocurriría lo mismo que con el cortisol, es decir un desgaste del organismo y la predisposición a ciertas enfermedades.

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Enfermedades como dolores cervicales, problemas digestivos, intestinales, cardíacos, alteración del sueño, problemas en la piel, pérdida de pelo, ganancia o pérdida de peso y otras enfermedades psíquicas e incluso depresión se podrían manifestar en posteriores etapa de desarrollo en el niño que fue maltratado.
El niño que sufre maltrato manifiesta reacciones diferentes a otros niños, ya que necesita protegerse del daño frecuentemente, esto hace que se desarrolle en él, mecanismos de vigilancia o alerta en exceso, lo que denominaríamos HIPERVIGILANCIA.

La HIPERVIGILANCIA es un estado de mayor sensibilidad sensorial es decir, se sobresaltan con mayor facilidad ante ruidos, señales o estímulos que de algún modo perciban puedan estar relacionados con las situaciones en las que les hace daño.

Pero la hipervigilancia también se acompaña de un estado de elevada ansiedad y como ya hemos mencionado anteriormente el cortisol, la adrenalina intervienen, produciendo un desgaste continuado tanto en el terreno Psíquico como físico del niño, por tanto su desarrollo se verá afectado en etapas posteriores.

Las secuelas del maltrato infantil, serán huellas que perdurarán en la vida del adulto

En resumen, las secuelas de haber sufrido maltrato en la infancia, serán huellas que perdurarán en la edad adulta, por las alteraciones Neurológicas sufridas y en consecuencia determinarán su personalidad, el modo de relacionarse emocionalmente y su desarrollo personal. Llegados a este punto la figura del Psicólogo, del Psiquiatra y otros apoyos adquieren especial relevancia pues ayudarán a recuperar el bienestar físico y socioemocional, en la etapa adulta, que fue arrebatado en la niñez por haber sufrido maltrato. Lic. Psicología Marisa Gutierrez