Conoce cuáles son las señales de que tienes una crisis de angustia

 

Una crisis de angustia es un breve período en que una persona siente angustia, ansiedad o miedo extremo de forma repentina y que viene acompañado de síntomas físicos y/o emocionales.

En caso de que estas crisis sean constantes y generen una preocupación excesiva por crisis futuras, pasaría a denominarse trastorno de angustia.

La angustia, la ansiedad y el estrés son afecciones preocupantes en la salud mental de las personas, quienes idealmente deben saber identificar cada una de ellas, para luego comunicarlo de forma más clara al médico correspondiente y que este pueda diagnosticar correctamente y determinar el tratamiento adecuado.

Síntomas de una crisis de angustia

Este tipo de crisis suele aparecer de golpe como un miedo inexplicable que puede generar diferentes síntomas, en su mayoría asociados con la respiración, ya que el temor provoca la sensación de falta de aire. Algunas de las señales pueden ser:

  • Dolor en el pecho
  • Sensación de asfixia
  • Mareo o desmayos
  • Sofocos o escalofríos
  • Palpitaciones o aceleración de la frecuencia cardíaca
  • Sensación de ahogo o de falta de aire
  • Miedo a morir
  • Miedo a volverse loco o a perder el control
  • Sentimientos de irrealidad o de extrañamiento en relación con el propio entorno
  • Náuseas, dolor de estómago o diarrea
  • Entumecimiento o parestesias
  • Sudoración
  • Temblores o agitación

Cómo tratar las crisis de angustia

Este tipo de trastorno psicológico requiere ser diagnosticado por un médico, el cual se encargará de entregar posibles soluciones, ya sea mediante el suministro de ansiolíticos y antidepresivos, o a través de terapia de exposición y psicoterapia de apoyo.

Los medicamentos que pueden proporcionar deben ser consumidos únicamente en la dosis indicada, ya que pueden generar dependencia. Aun así, estos deben ser acompañados por terapias que no suplan momentáneamente el problema, sino que busquen una solución a este.

De acuerdo con el sitio web Manual MSD, «sin psicoterapia, es posible que los fármacos no ayuden a la persona afectada a preocuparse menos acerca de posibles futuras crisis y deje de evitar las situaciones que le pueden provocar las crisis».

Respecto a las terapias, específicamente la de exposición, esta consiste en poner a la persona en la situación que le afecta con el estímulo adecuado, poco a poco en diferentes ocasiones (para evitar agrandar el trauma), consiguiendo que aprenda a superar lo que le provoca ansiedad y mantenga la calma.

Por el contrario, la psicoterapia de apoyo se realizará mediante conversaciones entre el psicoterapeuta y el paciente, en busca de crear confianza en la «víctima», hacerla segura de sí misma y luchar mentalmente contra el problema.