La variedad estilística fue la gran estrella en la primera jornada del Cosquín Rock
Con Skay y Los Fakires, Babasónicos, Ciro y Los Persas, Wos, Guasones y Los Auténticos Decadentes como números destacados, la primera jornada del Cosquín Rock, que se desarrolla en el Aeródromo Santa María de Punilla, se destacó por la gran variedad estilística que presentó en sus cinco escenarios.
Desde el rock de raigambre ricotera de Skay Beilinson a la festiva propuesta de Los Decadentes; o desde el rap combativo de Wos a los coqueteos «stones» de Guasones, la multitud que colmó el predio tuvo una nutrida oferta que no decepcionó a nadie.
En medio del crepúsculo, Skay pareció con su arrollador show posicionarse como el punto más alto del día; sin embargo, la posterior invitación al baile colectivo de Babasónicos, la vibrante presentación de la tarde de Wos o la contundente performance de Ciro, por citar algunos momentos, más bien dieron cuenta de un menú que atendió a todos los gustos.
Algo de eso ya se había vislumbrado durante la tarde cuando el Escenario Norte, uno de los principales de todos los montados, tuvo una seguidilla que contempló el rock contundente de Eruca Sativa, la llegada del indie al primer plano de este festival de la mano de Él Mató a un Policía Motorizado y el rap de Wos.
Fue precisamente esta joven figura, quien en la última edición presencial en 2020 había sorprendido al público con su fulgurante aparición, uno de los artistas que sobresalió una vez más, en gran parte gracias a una cruda banda que desde un sonido rockero se pasea con soltura por distintas vertientes.
Mientras tanto, en la otra punta del predio, en el Escenario Sur, Turf desplegaba su festivo pop bailable con clásicos como «Loco un poco», «Pasos al costado» y «No se llama amor», entre otros.
Sin embargo, el primer gran estruendo del público llegó de la mano del exRedonditos de Ricota.
«Bienvenidos a la hora del crepúsculo. La hora dorada», dijo el legendario guitarrista y compositor, a poco de iniciar su show con «El Golem de la Paternal», y tras repasar varias composiciones de su carrera solista, estremeció al público cuando versionó de manera brillante «Ji ji ji», «Criminal mambo» y «El pibe de los astilleros» mixturado con «Nuestro amo juega al esclavo». Al llegar al final con «Oda a la sin nombre», el gran cetro parecía tener dueño.
Pero poco después, Babasónicos también se destacó, con una propuesta ubicada en las antípodas, aunque también efectiva a la hora de cautivar al público, a partir de hits como «Carismático», «Cretino», «La lanza» y «Yegua», entre otros, y su habitual despliegue visual.
Viejo habitué de este festival, Ciro se movió como pez en el agua con su reconocido carisma y un set que alcanzó su mayor grado de efectividad cuando aparecieron clásicos de Los Piojos como «El farolito», «Como Alí», «Tan solo», «Pistolas» y «Pacífico», entre otros.
En tanto, en otros escenarios, Las Pelotas sorprendía con un show rockero, cuando todo hacía prever que su actuación iba a ser acústica, de acuerdo a su último disco «Versiones desde casa» y a que la carpa en la que se presentaba solía albergar ese tipo de formatos en otras ediciones,
Por su parte, Juanse regalaba un excelente show junto a su banda Mustang Cowboys -que enrola a su antiguo compañero Pablo Memi en bajo-, con la que revitalizó los clásicos de Los Ratones Paranoicos, al igual que La Mississippi hacía lo propio en «La Casita del Blues», por donde también pasaron Celeste Carballo, Cristina Dall & Excipientes, Jimmy Rip & The Trip y Chris Cain. télam