«Sin el 75% de vacunados hubiésemos tenido 3 mil fallecidos por día»

 

El médico infectólogo Oscar Atienza señaló que con Ómicron, «la letalidad del virus es de un casi 2,3 por ciento más». Destacó que «9 de cada 10 personas se salvan si están vacunadas».

El infectólogo Oscar Atienza estimó este martes que de no haber tenido al 75 por ciento de la población argentina vacunada contra el coronavirus, la llegada de la variante Ómicron hubiese producido 3.000 fallecidos por día y no los 300 que se registraron en la tercera ola de la pandemia.

«Si la Argentina no hubiera tenido el 75 por ciento de la población vacunada, hubiésemos tenido días de 3.000 fallecidos no 300, porque la letalidad del virus es de un casi 2,3 por ciento más» detalló Atienza.

En este sentido, remarcó que «9 de cada 10 personas se salvan si están vacunadas, pero hay que tener cuidado con los pasos que uno da en la pandemia, porque 300 fallecidos siguen siendo personas y quizás muertes evitables».

En declaraciones a Radio Nacional, el médico cirujano, docente de la Universidad Nacional de Córdoba y Magíster en Salud Pública pidió tener respeto a los fallecidos porque «no esperábamos una pandemia tan grande. Rompió todo tipo de pronósticos que podríamos haber llegado hacer, e incluso esta variante Ómicron es más contagiosa que el sarampión, que era la enfermedad más contagiosa que teníamos hasta el momento».

Así, reforzó la idea de que «queda un tramo de un 20 por ciento de gente que hay que vacunar a nivel mundial para que la pandemia realmente esté controlada y pasemos a otra fase».

En este sentido, señaló que «estamos en un 60 por ciento de la población mundial con al menos una dosis, un 52 por ciento con dos dosis pero tendríamos que tener entre un 70 u 80 por ciento de vacunados para que las cantidades de infectados bajen, y creo que entre el mes de septiembre u octubre se estaría logrando ese objetivo y la letalidad va a empezar a bajar».

Con respecto a los dichos de la Ministra de Educación de la Ciudad de Buenos Aires, Soledad Acuña, de «eliminar la palabra protocolo de las escuelas» para el inicio del ciclo lectivo 2022, el médico aludió a que «no por amputar una palabra el problema termina o desaparece, hay que tenerle respeto a la pandemia, porque no sabemos hacia dónde puede ir, si finaliza cuando terminemos con el proceso de vacunación o quizás aparece una nueva variante y seguimos en problemas».

Por eso, enfatizó que «eliminar los protocolos me parece apresurado». télam