Yo salí de un club de barrio: Guadalupe Encina, la campeona panamericana de ajedrez de Burzaco

 

La oriunda de Burzaco a sus 21 años ya es campeona argentina y panamericana. A los 7 años comenzó su pasión por el ajedrez gracias a su padre, y hoy es una de las deportistas más destacadas de Almirante Brown. Guadalupe nos contó sobre su carrera, la clave para lograr los objetivos en el ajedrez y lo importante que es el apoyo a quienes quieren realizar un deporte o disciplina.

-¿Qué recuerdo tenés de tus comienzos con el ajedrez? ¿Como llego a tu vida?

-Una vez, cuando tenía 7 y escuché que estaba entrando mi papá a mi casa, abrí la puerta y él tenía en sus manos un tablero de ajedrez enorme, con todas sus piezas de cerámica talladas. Llamó mucho mi atención y le pedí que me enseñara a jugar, me pareció fascinante. A partir de ese día, ya no lo esperaba en la puerta, sino sentada delante del tablero para jugar una partida.
Un año después mi mamá me inscribió en el taller de ajedrez que había en mi colegio, San José de Burzaco. Allí conocí a quien sería mi profesor unos cuantos años más, Oscar Torres.

-¿En qué momento comenzaste a tomarlo de manera profesional y no como un pasatiempo?

– En el 2009, por incentivo de Oscar, comencé a asistir al club JuegoCiencia de Adrogué. Allí hice mis primeros amigos, que luego se transformarían en mi segunda familia. Ese año competí por primera vez en un torneo nacional y en un panamericano. Mis resultados no fueron muy buenos, así que decidí tomármelo más en serio. Quería ganar, y para eso, había que practicar.

Guadalupe Guadalupe Encina

-Hay clubes de barrio donde se realiza ajedrez y niños y niñas van a aprender, ¿cómo te hace sentir eso, ya que sos una destacada en Almirante Brown?

-Muy contenta, ya que creo que el ajedrez como juego y disciplina es algo increíble. Esta es la manera de hacer que nadie se quede sin la oportunidad de conocerlo.

-Es muy importante el apoyo de la familia y de maestros, ¿no?

-Importantísimo. Sobre todo de la familia. Sin mi familia no hubiera alcanzado todo lo que conseguí. El apoyo, el incentivo, la incondicionalidad. Mi familia siempre me acompañó, nunca me presionó. Entender esa diferencia también es muy importante.

-¿Has pasado o participado en algún club de barrio?

Si, en el Club de Ajedrez JuegoCiencia, en Adrogué. Comencé allí a mis 9 años y hoy en día sigo siendo parte.

-¿Te gustaría que el deporte de ajedrez abunde más en los clubes de barrio?

-Si, sin duda. Sin embargo considero que sería bueno que además funcionen de puente con el ajedrez profesional.
Muchas veces los chicos juegan bien, pero se estancan y pierden la motivación porque no se los invita a desafíos más grandes. Creo que es importante que tanto ellos como sus familias sepan que el ajedrez competitivo es una posibilidad, que se puede competir a nivel nacional e internacional, que se puede ser titulado. Todo eso abre muchas más puertas aún.

-¿Qué pensas sobre la frase “un pibe más en un club de barrio es un pibe menos en la calle”?

-Coincido. Aprender cualquier deporte o disciplina y enamorarse de él hace bien en todos los aspectos de la vida.

-¿Alguna vez te imaginaste que podías lograr a tu edad todo esto que conseguiste? Ser campeona Argentina y panamericana

-No lo imaginé, lo deseé. Con mucha fuerza. Eso era lo que me motivaba a buscarlo.

-¿Cuál crees que es la clave para poder obtener esos logros en el ajedrez?

-En primer lugar, hacerlo siempre por placer. Luego: entrenamiento integral (del juego, físico y psicológico) y como mencioné antes, apoyo de la familia.

-¿Qué le dirías a esos chicos y chicas que tienen ganas de entrar al mundo del ajedrez?

-Que no lo duden. Parecen un montón de piezas moviéndose, pero cuando uno se adentra en ese mundo, es realmente increíble.