Femicidios: Guadalupe, Rosita, Ivana y las otras 13 víctimas cuyas denuncias quedaron en la nada

 

El Observatorio Lucía Pérez de Violencia Patriarcal detalló los 16 casos en los cuales la Justicia ya tenía conocimiento de que había amenazas y violencia de género y no actuó.

Casi el 30 por ciento de las mujeres víctimas de femicidios había denunciado a su agresor previamente, como en los casos de Guadalupe Curual en la localidad neuquina de Villa La Angostura o el de Úrsula Bahillo en la ciudad bonaerense de Rojas, según informó el Observatorio Lucía Pérez de Violencia Patriarcal.

La organización detalló los 16 femicidios cometidos entre enero y febrero en los cuales las víctimas radicaron denuncias previas.

– Guadalupe Curual (21): había presentado 5 denuncias en el Juzgado de Familia contra Bautista Quintriqueo, quien la mató el 23 de febrero. El abogado de la familia de la víctima, Marcelo Hertzriken Velasco, informó además que en Villa La Angostura no hay botones anti pánico «porque no hay buena señal de celulares» y tampoco quien controle a los violentos cuando burlan las restricciones perimetrales.

– Rosita Marina Patagua (45): asesinada a puñaladas y golpes por su expareja Juan Carlos Gutiérrez el 12 de febrero en Jujuy. Su femicida estuvo detenido hasta diciembre por las denuncias que la mujer había realizado. El juez Pablo Pullen Llermanos rechazó los fundamentos del fiscal y ordenó el cese de detención el 21 de enero.

– Ivana Módica (47): había realizado formalmente una denuncia en octubre del año pasado y dictaron una restricción perimetral sobre su expareja, Javier Galván, que nadie garantizó que se cumpliera. La mujer estuvo desaparecida 8 días en La Falda, Córdoba, y el 19 de febrero apareció asesinada en adyacencias del Camino del Cuadrado de Córdoba,

– Emilse Stefanía Gajes (25): el 17 de febrero apareció colgando de un árbol en un predio de la ciudad de Córdoba. Su familia denunció que el presunto femicida ya había sido detenido en el 2019 por haberla golpeado cuando estaba embarazada. «Estas lesiones fueron constatadas en la Maternidad Provincial», detalló la abogada Soledad Díaz García, patrocinante de la familia. La fiscalía caratuló la causa como «muerte de etilologia dudosa».

Silvia Raquel Rojas (31): había denunciado a su femicida Rino Santos Garnica el 9 de febrero, una semana antes del crimen de ella y de su hermana Silvana (35), en la comisaría 48 de Los Juríes, Santiago del Estero. No se tomó ninguna medida.

– Florencia Figueroa (23): había denunciado a su hermano policía Denis Figueroa varias veces y tenía vigente una orden de restricción perimetral. La primera denuncia fue en el 2014. El femicidio sucedió el 30 de enero en Grand Bourg cuando el agresor fue a retirar pertenencias a la casa que ambos compartían. Estaba acompañado por policías que lo esperaban en la vereda, por una pelea la noche anterior.

– Úrsula Bahillo (18): había denunciado al menos tres veces a su ex novio, el policía Matías Ezequiel Martínez, quien además había sido denunciado por otra joven, Belén Miranda, en el 2017. Días después del femicidio de Úrsula cometido el 8 de febrero se declaró culpable al ser juzgado en los tribunales de Junín en esa causa. Fue condenado a cuatro años de prisión.

– Noelia Vanesa Lobo Noble (35): el fiscal Carlos Sale admitió que había presentado una denuncia contra su femicida Walter Orlando Rodríguez. El crimen ocurrió el 5 de febrero en la capital tucumana.

 Liliana Beatriz Stefanatto (54): denunció a su femicida en marzo del 2019. La fiscal Juliana Companys dictó en ese momento prisión preventiva para el acusado Ignacio Emilio Aldeco y elevó esa causa a juicio, pero el proceso no llegó a desarrollarse en la Cámara del Crimen local. El Juzgado de Control le otorgó la libertad. Volvieron a convivir en la ciudad cordobesa de Villa María y la mató.

– Noelia Vanina Sánchez (36): el 29 de mayo del año pasado su femicida había sido detenido por «desobediencia reiterada y amenazas» . Tenía una restricción de acercamiento. Juan Carlos Castaño la mató de un balazo en Merlo y se suicidó.

– Esther Mamani Canaviri (35): el 14 de noviembre del 2020 la víctima le comunicó a su pareja que se iría de la vivienda en la que convivían. Iver Carlos Ibarra Huanca corrió a la mujer, la empujó y arrastró hacia una pieza de la casilla, donde la dejó encerrada. Esther escapó y lo denunció en la Oficina de Violencia Doméstica (OVD) donde fueron constatadas las lesiones, por lo que se dio intervención al Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional 46, que dispuso una prohibición de acercamiento por el plazo de 45 días a Ibarra Huanca. No llegó a ser notificado. A ella se le entregó un botón anti pánico. El 24 de enero la mató en su vivienda del Bajo Flores

– Rocío Macarena Quesada (28): el femicida Roberto Rojas, exsuegro de la joven, tenía una orden de restricción perimetral para «preservar la salud física y mental» de la hija de la víctima. El 23 de enero la mató a balazos en la localidad tucumana de Bella Vista.

– Ivana Soledad Juárez (32): el botón anti pánico que le entregaron había dejado de emitir señales. Francisco Tello fue detenido como sospechoso de haberla asesinado a puñaladas el viernes 15 de enero.

– Alicia Moreno (72): el acusado Rafael Orellana tenía una restricción de acercamiento tras una denuncia que en octubre hizo la víctima por amenazas. El 7 de enero la mujer fue asesinada a puñaladas en la localidad bonaerense de Timote y el hombre quiso suicidarse.

– Graciela Flores (44): le habían puesto custodia policial, pero solo en la casa, ya que no disponían de más efectivos, aunque ella salía a trabajar diariamente. La mujer murió apuñalada el 1 de enero y detuvieron a su expareja, Mario Balverdi, quien quiso suicidarse al prenderse fuego.