Lo que la pandemia nos dejó
El gobierno avanza hacia una recuperación económica compleja, pero que promete frutos a corto plazo que permitan recomponer varios sectores de la economía pero con una perspectiva de colectivización y de democratización de la producción nacional, que promueva las pequeñas empresas y la recomposición de las PyMES, para el largo plazo. En un plan de revitalización de la economía y con parte del problema de deuda externa resuelto, con más cerca del 95 por ciento de los bonos canjeados, el país se encamina hacia una recomposición económica que permita arribar a una “nueva normalidad”.
Sin embargo, desde varios sectores sociales, sindicales y políticos e incluso desde el mismo gobierno, resuena una clara pregunta que empieza a interpelar a varias capas de la ciudadanía: a qué normalidad queremos volver. Y allí es donde la grieta se hace carne, porque atendiendo a los últimos números previos a la pandemia, nos enfrentábamos como sociedad a un complejo entramado que dejó cuatro años de modelo neoliberal de una Argentina para pocos, y masas de pobreza para muchos.
El crecimiento de la pobreza estructural, en este sentido y el ensanchamiento de una grieta que claramente mostró grandes acumulaciones de riqueza y fuga de capitales hacia el extranjero, es una muestra cabal de un modelo económico que excluye a gran parte de la sociedad. La extranjerización del capital, acompañada de un fuerte endeudamiento con organismos internacionales, fue el signo político que culminó el deterioro institucional y el gobierno de la alianza Cambiemos.
En ese camino de crisis, en el cual ya veníamos, fue que nos enfrentamos a una pandemia mundial que profundizó el camino de recesión como proceso que ya estaba en marcha en consonancia con la crisis mundial que atraviesan todos los países del mundo pero que hoy nos interpela como sociedad. “¿A qué normalidad queremos volver?”, nos preguntamos y la respuesta surge como un grito: a una Argentina de muchos, a la de la inclusión, a la de los proyectos colectivos, a la de un Estado presente y garante de derechos colectivos, que redunden en beneficios colectivos e individuales, donde los que tienen más aporten para los que tienen menos o no tienen nada.
No queremos volver a una Argentina que valga la pena…. Queremos volver a una Nación que valga las risas, las esperanzas, los sueños y la alegría y que invite a soñar con una sociedad mejor, más justa, más solidaria y profundamente soberana…