Condenaron a Marcos Bazan por el femicidio de Anahí Benítez
La justicia dictó hoy veredicto condenatorio para Marcos Esteban Bazán, el dueño de la casa de la reserva de Santa Catalina de Lomas de Zamora, donde se cree que fue retenida, drogada, violada y asesinada la adolescente de 16 años Anahí Benítez en 2017.
El fallo fue dado a conocer este mediodía por el Tribunal Oral en lo Criminal 7 de Lomas de Zamora, que sólo pronunció un adelanto del veredicto condenatorio y anunció que la lectura de la sentencia, es decir la pena y el delito por el que fue condenado, y los fundamentos, recién se darán a conocer el 2 de junio a las 12.
La lectura del veredicto duró tan sólo un minuto y diez segundos y se transmitió por videoconferencia a través de la plataforma «Teams», con Bazán (34) observando todo desde un monitor de la Unidad 9 de La Plata, donde está detenido.
«El tribunal, por unanimidad y previa deliberación en el marco de la presente causa 49707-17, ha decidido pronunciar veredicto condenatorio respecto del imputado Marcos Esteban Bazán con relación a los hechos por los que viene acusado«, leyó la secretaría del TOC 7.
Si bien no se anunció el delito ni el tiempo que deberá pasar en prisión, fuentes judiciales señalaron que todo indica que el 2 de junio se anunciará una prisión perpetua para Bazán, ya que la calificación que le imputaron tiene esa pena.
Por lo que se vio en la videoconferencia, Bazán siguió la audiencia custodiado por un agente penitenciario y con la misma camisa azul de mangas cortas y barbijo que lució en los alegatos de la semana pasada, y no pudo observarse su reacción ante el veredicto, ya que en ese momento la cámara mostraba lo que sucedía en la sala de tribunales.
Lo que sí se escuchó a pocos minutos de terminada la lectura, fueron algunos insultos hacia la Justicia, por parte de los amigos de Bazán que seguían la transmisión.
«¡Andate a la c… de tu madre! Vos y los jueces y fiscales corruptos», le gritaron a la secretaria del TOC 7 que anunciaba el fin de la audiencia.
«¡Fuerza Marquitos!, estamos con vos, te vamos a sacar», dijo otra mujer que estaba siguiendo la videconferencia.
Afuera, en la puerta de los tribunales de Banfield, otro grupo de amigos del condenado e integrantes de asociaciones, expresaron su disconformidad con el fallo.
«Hay un muerto en vida, los culpables son ustedes, hay una madre que vela por su hijo, hijos de puta, corruptos, asesinos seriales», dijo una mujer.
En la sala de audiencias sólo estaban presentes, manteniendo la distancia social y con tapabocas colocados, los jueces Elisa López Moyano, Roberto Conti y Roberto Lugones; el fiscal Hugo Carrión; el abogado del particular damnificado, Guillermo Bernanrd Krizan; la mamá de la víctima, Silvia Pérez; y los abogados defensores Eduardo Soares y Rosario Fernández.
El debate se inició en febrero -y tuvo un parate de 57 días por la cuarentena-, con otro imputado en el banquillo de los acusados, Marcelo Sergio Villalba (42), cuyo ADN fue hallado en el cuerpo de la víctima.
Pero este hombre dejó de ser juzgado en la segunda audiencia porque se concluyó que era un «psicótico» que no estaba en condiciones de estar en el juicio.
En su alegato, el fiscal Carrión afirmó que Anahí fue «torturada y cosificada» y pidió para Bazán la pena de prisión perpetua como coautor, o en su defecto partícipe necesario, de los delitos de «privación ilegal de la libertad agravada, homicidio agravado por alevosía, criminis causa y por mediar violencia de género» (femicidio) y como partícipe necesario de un «abuso sexual agravado por acceso carnal».
Más allá de que ya no estaba siendo juzgado, el fiscal también se refirió a Villalba -quien tiene una condena por un abuso en Capital Federal-, como autor de la violación de Anahí y coautor del crimen y recordó que el celular de la víctima se halló en poder de uno de sus hijos.
Como prueba clave contra el condenado, Carrión mencionó el olfato del conocido perro rastreador Bruno, de la brigada canina de Escobar, a quien definió como «el detector de femicidas».
Según el fiscal, el can detectó el rastro odorífero de Anahí dentro de su casa y la presencia del propio imputado en la fosa donde se halló el cadáver de la víctima, a 235 metros de su vivienda.
Otros indicios fueron una tijera secuestrada en la casa de Bazán que la chica solía tener en un morral, una llave que Anahí solía colgarse en el cuello y que se comprobó que abría la puerta del domicilio del imputado y una pala del acusado con tierra similar a la del sitio donde fue enterrado el cuerpo.
La hipótesis de la fiscalía es que Anahí conocía a Bazán por el interés que ambos tenían por la naturaleza y por sus inclinaciones artísticas y que, en ese contexto, el imputado la secuestró, la retuvo en su casa, la drogó con «burundanga» y ahí fue violada por Villalba.
Para los investigadores, luego de ello y al ver la búsqueda policial que se desarrollaba por la joven, los acusados decidieron asesinarla para ocultar los delitos que habían cometido.
La querella también había solicitado la prisión perpetua para Bazán, mientras que la defensa había pedido la absolución por falta de pruebas y al sugerir que era una «causa armada».
Anahí fue vista por última vez el 29 de julio de 2017 cuando salió de su casa de Parque Barón, en Lomas de Zamora, para dar un paseo y el 4 de agosto su cadáver fue encontrado desnudo, con lesiones cortantes y golpes en la cabeza, enterrado en la Reserva Natural Santa Catalina.
La autopsia determinó que fue estrangulada, que le habían suministrado drogas y que en esas condiciones había sido abusada.