El muchacho, que este jueves cumplió 18 años, tomó esa actitud el miércoles a partir del consejo de su abogada, la defensora oficial Raquel Ponzinibio, al ser citado por la fiscal de Responsabilidad Juvenil de La Plata Carmen Ibarra.

El joven quedó inmediatamente procesado por el crimen de su madre, Graciela Holsbak, de 54 años; su padrastro, Raúl Bravo, de la misma edad, y su sobrina Alma, de 5, quienes murieron apuñalados el 1 de enero pasado.

Según indicaron fuentes judiciales al sitio del diario El Día, el acusado «dice dos palabras y se larga a llorar», por lo que, a pesar de que peritos indicaron que se encontraba en condiciones de declarar, podría volver a ser revisado por psicólogos y psiquiatras.