La antigua Parroquia de la Inmaculada Concepción de Burzaco

La sucesión de Don Francisco Burzaco, con fecha 27 de noviembre de 1901, donó cuatro terrenos, para una plaza pública, una iglesia y dos escuelas; habiéndose cumplimentado tales disposiciones con la actual plaza, la Iglesia de la Inmaculada Concepción, la Escuela N° 3 Bernardino Rivadavia, habiéndose ocupado el predio restante con la Delegación Municipal y Registro Civil.

Ese es el inicio de la historia. El predio correspondiente a la Iglesia se halla ubicado en la intersección de las calles E. de Burzaco y 25 de Mayo abarcando una superficie de 2500 metros cuadrados. El 19 de abril de 1904 se constituyó una comisión de damas presidida por Carmen G. de Mazeres, para la construcción del Templo, mediante aportes populares, colocándose la piedra fundamental el 20 de febrero de 1905, con la presencia del Obispo de la Plata Monseñor Juan Neponuceno Terrero. En el año 1908, se conformó una nueva comisión cuya presidenta honoraria fue Luisa Carrere de Burzaco (Vda. de Eugenio Burzaco, hermano de Francisco Burzaco, constituyendo ella la principal donante de las obras, como asimismo de la araña central de bronce y cristal, que en la actualidad es la lámpara del Santísimo en la capilla izquierda donde se halla el Sagrario, del primitivo altar central traído de Barcelona, España; las imágenes de San Francisco y San Eugenio que se hallaban en ese altar y al presente se hallan ubicadas en la nave central en la pared de acceso a la misma, sobre las pilas de mármol para el agua bendita, etc.

A finalizar el año 1908, la construcción del Templo llegó a su finalización, produciéndose su inauguración el 2 de febrero de 1909, día de la Candelaria, con la asistencia del Obispo de La Plata, Monseñor Juan Neponucemo Terrero, actuando como padrino, en representación del Gobernador de Buenos Aires, el Intendente Municipal del Partido de Brown, Cesareo Amenedo, y las Sras. de Burzaco, Molina, Gonzalez, Schweiter y Oñagoity. El constructor de la obra fue Luis Barassi y el proyectista el Sr.Carena, cuya casa quinta subsiste aún hoy en la intersección de las calles Quintana e H. Irigoyen.

Se trata de una arquitectura italianizante inspirada en el Románico. El templo tenía, al momento de la inauguración, una sola nave de 9 metros de ancho y 20 metros de largo (la actual nave central), y dos pequeños ensanchamientos a modo de capillas de 1,80 metros de profundidad aproximadamente, en lo que hoy constituye parte del crucero; una a la izquierda con el altar de la Virgen de Luján, y en su parte inferior, en vitrina el Cristo Yacente, y la otra, a la derecha, con la Crucifixión (el Cristo crucificado es el que se halla en la actualidad en la Capilla del Bautisterio) con las imágenes al pie del mismo, de la Dolorosa (hoy ubicada en una capilla que se expone el Santísimo para la adoración nocturna de los primeros viernes de mes, en el lugar que ocupaba la primitiva sacristía a la fecha de inauguración del Templo) y San Juan Evangelista, respectivamente, a la izquierda y a la derecha del observador.

Completaba el trazado del Templo primitivo, una Sacristía ubicada a la izquierda y una Contra Sacristía ubicada a la derecha, según se accede al templo; el Presbiterio que remataba en forma circular, que es el actual con las variantes estéticas que se le practicaran; un Bautisterio ubicado a la derecha del acceso al Templo, en el Atrio de entrada, de 2,50 por 2,50 metros, aproximadamente, (donde se halla actualmente la imagen de la Virgen de Luján) y un local ubicado a la izquierda de acceso al Templo, también en su atril actual, destinado a la caja de escalera de madera que llevaba al Coro y que abarcaba todo el ancho del Templo primitivo, con la baranda de balustres de madera torneada, con balcón sobre la nave y, sobre el cual se eleva el Campanario.

La única nave con que contaba el Templo remataba con una bóveda de cañón corrido armada sobre enlistonado de alfarjías de yesero con arcos estructurales de madera para su sostén, que son los que actualmente subsisten cumpliendo dicha misión. Este cielorraso suspendido, terminado en yeso, presentaba artísticas pinturas con escenas evangélicas: en la cúpula del Presbiterio, la figura de Dios Padre emergiendo entre nubes, con las letras al pié AMGD (A Mayor Gloria De Dios); sobre lo que es actualmente el crucero la figura de una paloma en vuelo, simbolizando el Espíritu Santo, y en la bóveda de cañón corrido, la Inmaculada al estilo de Murillo y una escena apostólica.

En el Butisterio, sobre su pared del fondo del mismo, frente a la puerta de acceso, el Bautismo del Señor por Juan Bautista, en el Jordán, como así mismo una pequeña estatuilla con ese significado que se halla actualmente en la Sacristía. La cubierta exterior se halla sustentada por cabriadas de hierro que apoyan en los marcos exteriores primitivos, de la actual nave central, en consonancia con cada pilastra existente, con capitel tipo Jónico, y cubierta con chapas de hierro galvanizado onduladas, aún subsistentes, afianzadas sobre tirantería de madera de pinotea, las que apoya en las cabriadas de hierro mencionadas.