Emma Iodice: “Que Eslovaquia sea uno de los objetivos 2019”

Emma Iodice, es un vecino de Brown que hace cinco años comenzó un sueño: competir internacionalmente en Triatlón.

Es profesor de educación física, con 34 años recién cumplidos, un día hace unos 5 años decidió intentar un sueño: convertirse en un competidor profesional de Triatlón. Hoy no solamente logró su sueño, sino también se convirtió en una referencia en el área y en uno de los mejores competidores del país, representando a Argentina en  el último mundial de Sudáfrica y quedando entre los mejores de Sudamérica y del mundo.

En diálogo con La Urbe, el competidor de Brown comentó que “no estaba seguro de si iba a poder viajar a Sudáfrica, lo cierto es que como no tenía la plata para pagar el viaje, un amigo me dio una bicicleta y con el sorteo de la bici, me pude pagar el pasaje”.

Emma no solamente es un emblema de la constancia en el entrenamiento físico, sino también en  la constancia para lograr los objetivos. Durante el mundial pudo demostrar su destreza y dedicación quedando como el mejor promedio argentino en la competencia, y entre los tres mejores promedios de Sudamérica.

Así es como el vecino de Longchamps, recorrió 1900 metros nadando en aguas abiertas, para continuar con 90 kilómetros de ciclismo y 21 kilómetros de pedestrismo en la categoría 30-34 masculino.

Pero su hazaña no la llevó a cabo sólo, sino que contó con la participación de más de 3000 atletas de todo el mundo.

La competencia para él se completó en un recorrido de 4 horas y 16 minutos. En su categoría, donde participaron 325, finalizó en el puesto 18.

Pero allí no terminó su reto, el deportista y entrenador de su propio grupo de triatlón terminó el año con una gran alegría: el segundo puesto en la posición general en el Challenge Brasil, metiéndose no solamente entre los mejores atletas de la competencia, también clasificándose para el próximo mundial del 2 de junio que se llevará a cabo en Eslovaquia.

“La entrene, la preparé, me esforcé, la visualice, lo soñé…..”, dice Emma, y es cierto, porque muchos de estos competidores, no pueden contar con el deporte como medio de vida, y tienen que repartir las horas extensas de entrenamientos con trabajos remunerados que les permitan vivir, “calor y humedad en los últimos 21 km del Challenge Brasil que fueron 22km para alargar un poco más el dolor. Que tengas éxito en una carrera es, por encima de todo, soportar el sufrimiento. El resto después se ve…..”, resalta emocionado por el gran logro de no tener que pasar por clasificaciones para llegar al mundial y poder prepararlo desde ahora.

“La verdad es que entrenar para Triatlón es una forma de vida, el esfuerzo, la comida, estar en permanente contacto con la naturaleza. Lo que le diría a un chico que recién empieza a entrenar es eso, que el Triatlón es una forma de vivir, un camino de ida, hermoso, del que después no te querés bajar”, sostiene Emma.

Mientras, el futuro le deparará enormes alegrías a un competidor que está en la mira del mundo, que ya plantó la bandera del país bien alto y que espera seguir generando alegrías, al tiempo que recorre su camino.