Los perros en situación de calle llegan a 6 millones en el conurbano
Así lo confirma un informe de ACUMAR, al tiempo que destaca que no sólo se trata de un problema que afecte a las mascotas sino también al medio ambiente.
La problemática se agrava en los barrios precarios, donde hay un promedio de tres animales por cada persona. Por eso, los especialistas exigen al Estado campañas masivas de castración y educación a los vecinos.
Según el informe de la Autoridad de Cuenca Matanza Riachuelo (ACUMAR), se trata de una problemática que afecta además a la salud pública de los bonaerenses.
Según el censo del ente conformado por los ámbitos nacional, provincial y porteño, en los barrios carenciados de la Provincia hay un promedio de prácticamente tres perros por cada ser humano. Para reducir ese número, los especialistas realzan la necesidad de una campaña seria de castración y apuntan contra las matanzas o envenenamientos masivos que se llevan a cabo en algunos municipios.
“En la Provincia rige la Ley 13.879 que establece la obligación de castrar, pero se cumple mal. La ley tiene un objeto que es castrar, pero la finalidad es lograr un equilibrio poblacional. Para eso, tenés que castrar 10 veces más de lo que se hace hoy y así llegar a que haya tantos animales como hogares disponibles”, explicó Kitty Charriere, abogada especialista en Derecho Animal.
La especialista alertó que “en el último tiempo disminuyó el nivel de castraciones y entonces se ven muchos más cachorros que antes” y señaló: “Las autoridades te dicen que hay otros problemas más graves y entonces no se presta atención”.
Se trata de una cuestión peligrosa y para prestarle atención
“Pero también es una cuestión de salud pública. Si hay un brote de rabia, ¿quién va a ser el responsable de salir a matar perros y de asistir a la gente? Porque no se castra y, paralelamente, tampoco se vacuna. Entonces los peligros están”, sentenció.
En ese sentido, Carolina Martín, fundadora de Proyecto 4 Patas, la ONG que hace 10 años pelea por los derechos de los animales, insistió: “Habría que tener una política de Estado seria. No sólo por el sufrimiento de los perros, sino porque también es una cuestión de salud pública. Si castrás 30 perros por semana en una población de 200 mil, no sirve. Ahí es donde está nuestra lucha con el Estado”.
“Puede haber mordeduras, por ejemplo, pero también por cuestiones de higiene y sanidad de la población. Rompen las bolsas de basura; si hay una perra en celo hay varios machos matándose entre ellos; o las enfermedades como la rabia, sarna y otros parásitos”, detalló.
Para evitar esa problemática, insistieron en la necesidad de controlar que los seis millones de perros del Gran Buenos Aires se sigan reproduciendo. “La superpoblación es la consecuencia de la falta de políticas públicas respecto a las castraciones. Con miles de intervenciones, se evitan millones de nacimientos”, resaltó Martín.
Y agregó: “Muchas de las ONGs tenemos que salir con campañas privadas, financiadas por la gente que apadrina, porque el Estado no lo hace. Cada vez vienen más personas que no quieren seguir teniendo camadas de cachorros y fueron tomando conciencia de la importancia de bajar la cantidad de animales que hay en la calle”.
Charriere, también referente de la agrupación SinZoo, cargó contra la respuesta estatal: “Salvo excepciones, no tenemos hospitales públicos gratuitos. Y en los centros de Zoonosis no se castra o se castra con un sistema tan perverso que hace que la gente desista”.
“No te dan turno por teléfono, sino que tenés que ir a pedirlo. Después volvés para llevar al animal y, a todo esto, necesitás que alguien con auto te lleve para trasladar al perro. Brindan el servicio de tal manera que fracasa. Es escaso y burocrático”, disparó.