La salud pública como derecho para la sociedad
Cuando la crisis en la sociedad se acrecienta, comienzan a aparecer los primeros síntomas como los de una enfermedad que nos rodea. La falta de trabajo, la mala alimentación, generan una baja de defensas que produce, entre otras cosas, un terreno permeable a que aparezcan enfermedades, de las conocidas, y de las que muchas veces parece que habíamos olvidado pero están en algún lado. A esas últimas solemos llamarlas “enfermedades de la pobreza”.
Lo cierto es que cada vez más enfrentamos a vecinos con problemas habitacionales que han quedado en la calle por falta de trabajo, o a quienes las cosas le han aumentado tanto que dejan de tener recursos básicos, que migran del sistema de salud privado porque ya no lo pueden mantener, y que comienzan a tener problemas de defensas en el organismo porque reducen su alimentación, la acotan o la varían de forma que pueda ser rentable para su familia.
Es por eso, que el sistema de salud pública, comienza a ser una pieza importante en la vida de los distritos, sobre todo los del Conurbano Bonaerense. Un derecho que si bien esta reconocido en la Constitución Nacional y provincial, no siempre es entendido como tal por los funcionarios.
En este sentido, se alza como de vital importancia el hospital público, como principal receptor de las problemáticas que se empiezan a dar en los barrios pero por sobre todas las cosas, las Unidades Sanitarias, que no solamente se ocupan de la atención primaria, sino de la prevención, que en un sistema colapsado de pacientes, se hace completamente fundamental.
Hoy más que nunca para Almirante Brown, cuando se acerca el frío, aumenta el gas y por lo tanto la calefacción comienza a ser un lujo que pocos pueden darse: prevenir la gripe, y las enfermedades del invierno se levanta como una obligación y un acuerdo entre los vecinos que necesitan de su salud, y el municipio que ya está implementando la vacunación responsable. Un trabajo conjunto, que promete buenos resultados.