Pymes advierten que subas de tarifas de luz y gas provocaron «aumentos descontrolados» de costos
El IPA denunció subas cercanas al 50% en los costos del gas y por encima del 70% en la energía eléctrica, «lo que provocó un insoportable achicamiento de la rentabilidad, y llevó a desestimar inversiones productivas para apenas poder afrontar el pago de salarios», alertó el dirigente.
Para Rosato, «existe una sobre oferta en el mercado energético a partir de los fuertes aumentos en los costos del sector, que además se combina con un servicio deficiente ante la falta de inversiones en la infraestructura de la red eléctrica, que provoca cortes que interrumpen la producción».
«No corresponde incrementar el precio de la energía cuando el mercado no está demandante. La política de mercado es incompatible con los aumentos de las empresas energéticas. En dos años, las pymes soportamos incrementos tarifarios que superaron el 400%», enfatizó el directivo, en un comunicado.
Además, resaltó: «Los costos energéticos subieron y las cadenas de comercialización remarcaron el costo final de los productos del consumidor. Así, lo único que se consigue es que las fábricas no tengan sentido y que la oferta sea sólo la importación».
Por estos motivos, lamentó que «las políticas oficiales hayan beneficiado al negocio financiero por encima del productivo, primero con las elevadas tasas de interés y luego con la actualización del tipo de cambio, sin una estrategia a favor de la producción nacional».
IPA había propuesto un plan estratégico para impulsar la competitividad de la producción argentina a partir de la mejora en el tipo de cambio, que incluyera un acuerdo de congelamiento de precios para ayudar la política oficial antiinflacionaria. Pero, «la ausencia de un ordenamiento para los efectos que generaron los movimientos en el tipo de cambio provocó un descontrol en los precios».
«Los únicos que mantuvimos los precios fuimos las pymes industriales, porque los costos energéticos subieron y las cadenas de comercialización remarcaron el costo final de los productos del consumidor. Así lo único que se consigue es que las fábricas no tengan sentido de funcionamiento y que la oferta sea sólo la importación», afirmó Rosato. (ám)