Llega «Coco» a los cines de Adrogué
La película animada más esperada del 2017 llegará finalmente el próximo jueves a los cines de Adrogué. Se trata de «Coco», la nueva producción de Pixar, el estudio que creó joyas como «Toy Story», «Cars» y «Ratatouille», entre muchas otras. «Coco» es una fábula de colores brillantes que gira en torno al Día de los Muertos mexicano. Toda su producción, desde la idea inicial hasta el filme terminado, tomó seis años. Esto incluyó tres años de investigación sobre la cultura de México y sus particulares costumbres. La película, que se estrenó en noviembre en Estados Unidos, resultó un éxito: llegó al número uno de la taquilla y superó a «La Liga de la Justicia». En México, por su parte, se transformó en la película más taquillera de la historia, con más de 15 millones de espectadores en 17 días.
«Coco» también tuvo excelentes críticas y fue nominada a los Globos de Oro que se entregan esta noche en dos categorías: mejor filme animado y mejor canción original. Además, es una segura candidata a los Oscar en el rubro animación. Esto sucede porque detrás de la película hay un sello de calidad. Su director es Lee Unkrich, que codirigió clásicos de Pixar como «Toy Story 2», «Monsters, Inc» y «Buscando a Nemo», y después dirigió la fantástica «Toy Story 3» en 2010.
La historia de «Coco» se centra en el pequeño Miguel, un aspirante a músico y guitarrista autodidacta que sueña con seguir los pasos de su ídolo, Ernesto de la Cruz, el músico más famoso de la historia de México. Pero la música está prohibida dentro de la familia de Miguel. Muchos años atrás, su tatarabuela y su tatarabuelo llegaron a un callejón sin salida: ella quería que criaran juntos a su familia, pero él no podía renunciar a su sueño de convertirse en músico, por lo que abandonó a su familia para ir detrás de él. Lamentablemente para el protagonista, la consecuente prohibición de la música que estableció su tatarabuela se transmitió de generación en generación y se cumple a rajatabla.
Todo cambia cuando un acto impulsivo de Miguel desata una transformación mágica que lo vuelve visible únicamente a los ojos de los familiares que llegan de la Tierra de los Muertos en el Día de los Muertos, una tradicional celebración mexicana. Este colorido mundo paralelo está poblado por las distintas generaciones que hace tiempo partieron de la Tierra de los Vivos, incluidos los antepasados de Miguel, quienes de inmediato lo reconocen y le ofrecen ayuda, pero sólo si él acepta renunciar a la música para siempre.
Las imágenes de esqueletos y tumbas en una película para chicos habrían desalentado a otros estudios de animación, pero el director Lee Unkrich imaginó una película sobre el patrimonio familiar y sobre mantener vivos los recuerdos de los seres amados que se han ido, para que no sean, como él dice, «sólo fotos desteñidas en un álbum».
«Coco» es el primer largometraje de Pixar con un personaje principal perteneciente a una minoría en EEUU, y una de las producciones de Hollywood más grandes con un elenco casi completamente latino (incluyendo las voces de Benjamin Bratt y Gael García Bernal). Esto lo convierte en una especie de hito. Pero también le tomó trabajo y compromiso a Pixar convencer a los latinos de que la producción no era sólo una apropiación cultural de gran presupuesto. Esos temores surgieron cuando Disney (la propietaria de Pixar) trató de registrar «Día de los Muertos» como marca en 2013, un esfuerzo que abandonó tras las respuestas negativas.
Con el objetivo de tomar un camino distinto, Lee Unkrich y Pixar trajeron al proyecto a «asesores culturales» como el caricaturista Lalo Alcaraz y el dramaturgo Octavio Solís. Unkrich remodeló el enfoque de la película, duplicando los esfuerzos para crear una celebración auténtica del folclore, las tradiciones y la música mexicana. «Durante tres años visitamos museos, mercados, plazas, talleres, iglesias, haciendas y cementerios por todo México», contó el director. «Las familias nos abrieron las puertas de sus casas y nos enseñaron sus platos y música favoritos. Y, sobre todo, fuimos testigos de la importancia fundamental que le dan a la familia», relató. «Hicimos todo lo que pudimos para rodearnos de asesores culturales y pasar mucho tiempo en México. Yo sabía que iba a haber temor de que cayéramos en clichés y estereotipos, así que hicimos todo lo posible para no permitir que eso ocurriera», afirmó.
Eso también significó cambiar su idea inicial, centrada en un chico mexicano-estadounidense que viaja a México a conocer a su familia por primera vez. En esa historia, el joven protagonista trata de superar el dolor de una pérdida. «Esa idea nació del hecho de que yo mismo no soy latino. Soy estadounidense y por ese entonces esa era mi entrada natural a una historia», dijo Unkrich. «Pero nos dimos cuenta de que, a nivel temático, era opuesto a lo que es el Día de los Muertos, que es esta obligación de nunca olvidar, de nunca dejar ir. En ese momento tuvimos una epifanía de que estábamos haciendo la película como forasteros», recordó.
«Esa versión no celebraba el ADN de la fiesta, que no es dejar ir sino mantenerse conectado», agregó Darla K. Anderson, una veterana productora de Pixar. «Cuando nos percatamos de eso, definitivamente dimos un giro para reflejar más de la naturaleza conectada con el Día de los Muertos», admitió.
Pixar también buscó ayuda para crear un relato culturalmente fiel adentro de su propia compañía. Adrián Molina, un animador de películas previas de Pixar, sirvió como codirector y ayudó a escribir el guión. «Habiendo crecido como un mexicano-estadounidense, sé el poder transformador que tiene el verte representado en la pantalla», dijo Molina. «Mi esperanza es que cualquier niño o niña latinos que vean este filme se sientan reflejados, que la película tenga un impacto en cómo se ven a ellos mismos. Y si venís de una experiencia diferente, que reconozcas el hecho de que hay héroes latinos y latinas y que disfrutes de la belleza y la calidez de una familia mexicana», apuntó.
Los hispanos son uno de los grupos demográficos más grandes que van con regularidad al cine en EEUU, y sin embargo rara vez son representados en la pantalla. En 2016 representaron el 23% de los cinéfilos frecuentes en la potencia del norte, según la Asociación de Cine de EEUU.