Aval de Merkel al expansionismo militar de la OTAN

La canciller alemana, Angela Merkel, defendió hoy los planes de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) para desplegar tropas en Polonia y las tres repúblicas bálticas (Lituania, Letonia y Estonia) y fortalecer la capacidad de defensa de la Alianza en su flanco oriental, pero hizo hincapié en la necesidad de «mantener la mano tendida al diálogo con Rusia».

Así lo manifestó la jefa de Gobierno germana en una declaración institucional ante el pleno del Bundestag (cámara baja), un día antes de la cumbre de la OTAN, que se celebra mañana y el sábado en Varsovia y donde el tema del áspero vínculo de la Alianza con Moscú ocupará una parte importante de la agenda.

Merkel dijo estar convencida de que no hay contradicción entre el principio de solidaridad de la Alianza (que asume cualquier agresión a uno de sus miembros como un ataque al conjunto ), y el diálogo con Rusia, sino que, al contrario, se trata de principios «inseparables», según informó la agencia de noticias EFE.

La canciller acusó a Moscú de haber quebrado la confianza con su actuación en Ucrania, al «poner en cuestión con palabras y hechos» el principio fundamental de la inviolabilidad de las fronteras, y recordó la profunda inquietud entre los aliados del este de Europa, que necesitan sentirse respaldados por la OTAN.

De este modo defendió que la Alianza muestre su solidaridad de forma «visible y creíble», con el despliegue de tropas, pero también ratificó el compromiso de Alemania con el acta fundacional OTAN-Rusia, el acuerdo base que regula las relaciones desde 1997.

Durante las últimas semanas, varias declaraciones del presidente ruso Vladimir Putín sobre la «creciente retórica agresiva de la Alianza» evidenciaron la aspereza de la relación entre la OTAN y Moscú.

En este contexto, Merkel insistió en el «gran interés» de tener una «relación constructiva», aunque también advirtió que en la futura colaboración será decisivo el cumplimiento de los acuerdos de Minsk (que buscan poner fin a la guerra en el este de Ucrania) y recordó que el alto el fuego en ese conflicto iniciado en 2014 «no está siendo respetado».

Merkel se felicitó porque la OTAN y Rusia vuelvan a celebrar una reunión de embajadores el próximo 13 de julio, como anunciaron ambas partes, aunque lamentó que Moscú no aceptara la invitación para mantener ese encuentro antes de la cumbre de Varsovia.

A su juicio, en Varsovia, los aliados habrían tenido ocasión de explicar a la parte rusa las medidas que van a adoptarse -como el emplazamiento de cuatro batallones en Estonia, Letonia, Lituania y Polonia- y se habrían evitado «posibles malas interpretaciones».

Merkel afirmó que la OTAN no ha cerrado la puerta a futuros nuevos socios, y se refirió al «dramático empeoramiento» de la seguridad en el flanco sur de la Alianza ante las guerras y enfrentamientos en Siria, Irak o Libia, los ataques yihadistas y la actuación de las mafias que trafican con refugiados.

Los «futuros nuevos socios» podrían ser Georgia y Ucrania, países que Moscú insiste en que deberían mantenerse fuera de la alianza atlántica.

En ese escenario elogió el trabajo de la OTAN y su apuesta por impulsar la formación de las fuerzas de seguridad e Irak y respaldó los planes para que aviones de vigilancia Awacs de la Alianza apoyen directamente a la coalición internacional contra el EI en Siria e Irak.

Por último, defendió asimismo el desarrollo del escudo antimisiles aliado y volvió a insistir en que «no está dirigido contra Rusia» ni distorsiona el equilibrio de fuerzas.