Identidad y Soberanía
Entender la identidad como un acto de soberanía de los pueblos y de libertad absoluto, es comenzar a adquirir un sentido colectivo propuesto desde la base de una construcción de nosotros mismos y del otro, en el seno de la civilización.
En este sentido, es que continuamos pensando que la relación de las sociedades debe ser solidaria y entendida desde el ejemplo de inclusión social y de igualdad de oportunidades para todos los miembros de la comunidad. Esa igualdad es la que nace en el respeto de generar un imaginario de social donde las comunidades coexistan y edifiquen un bien común.
Todo esto, tienen su correlato en lo que decimos editoriales anteriores: la declaración de la independencia y el sentido de partencia hacia una insignia patria es un enorme acto de valor, y requiere que ese valor sea trasmitido de generación en generación convirtiéndose en el sentido de los pueblo.
Para esto es imprescindible reconocer que la independencia política, necesariamente y siempre para que sea entendida como tal, tiene que estar acompañada por una independencia económica. Cuando las Naciones pierden esa independencia económica es cuando deciden compartir las decisiones de su futuro como tales y cuando, por historia, no les empieza a ir tan bien.
La Argentina ha pasado ya por este proceso, la gran masa de adquisición de deuda externa, la nacionalización de las deudas de capitales privados, los millonarios intereses que el pueblo ha pagado en nombre de algunos representantes que fueron pensando que hacían historia y que más que hacer la historia, vendieron y comprometieron lo que una Nación rica ya había hecho.
Pensemos en las fechas patrias de este bicentenario como fechas de reflexión y de planificación de futuro, mirando el pasado y proyectando que clase de futuro queremos tener.